Apollo 10 1/2 una infancia espacial, el filme de animación
Richard Linklater y Netflix nos traen Apollo 10 1/2: una infancia espacial, un excelente filme de animación que usa el rotoscope transportándonos a fines de los años ‘60 y a un acontecimiento que marcó a la humanidad: la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969; pero vista desde la perspectiva de un niño.
La historia está dividida en dos partes: por un lado, la vida del protagonista y su entorno:
Stan es un chico de diez años que vive en Houston, donde en los años ‘60 se desarrolló la carrera espacial, con sus padres y sus cinco hermanos.
Su padre trabajaba para la NASA, igual que todos los padres de sus amigos. Ellos vivían en un barrio donde todo era nuevo y al final de su calle estaba la base aérea de Ellington; los jets sobrevolaban el barrio donde los chicos jugaban y ellos quedaban paralizados por unos segundos… ¡impresionante!, por no decir ¡envidiable!
El chico -ya adulto- es quien narra la historia llenándonos de nostalgia. Nos encontramos con viejas series (en blanco y negro, por supuesto) que también formaron parte de nuestra infancia:“Los Beverly ricos”, “La ley del revólver”, “Mis tres hijos”, “La familia Munster”, “Bonanza”, “Hechizada”, “Viaje a las estrellas”, “El superagente 86”, “Gomer Pyle”, “La isla de Gilligan”, “Adam-12”, “Expreso a Peticoat”, “Andy Griffith”, “Mi bella genio”, “Los locos Addams”, “Flipper”, “Batman” (aquella querida serie de los ‘60 con Adam West), “Perdidos en el espacio”, “El Show de Dick Van Dyke”, “El avispón verde”, “Barco a la vista”, “Misión imposible”, “Granjero último modelo”, “Hogan”, “Dragnet 1967”, “Hawai 5-0”, “Mister Ed”, solo por nombrar algunas.
Y las series de una sola temporada como “El túnel del tiempo” o “It’s about time”, por supuesto que jamás supimos que eran de una sola temporada porque vimos sus episodios una y otra vez…
También las de terror y ciencia ficción como “Sombras tenebrosas”, “La dimensión desconocida” y “Weird”, que veíamos antes de irnos a acostar para dormirnos con la sensación de que no habíamos entendido casi nada pero que, seguramente, había algo más allá… (por lo menos esto era lo que me pasaba después de ver “La dimensión desconocida”).
Los domingos por la noche, los chicos estadounidenses, igual que nosotros, veían “El maravilloso mundo del color” que luego pasó a llamarse “El maravilloso mundo de Disney”, programa que por un rato nos llenaba de magia y nos hacía olvidar que al día siguiente había que volver a la escuela.
La música está presente gracias a las hermanas de Stan que escuchaban: “Sugar Sugar” de The Archies, a The Monkees, The Beatles, The Association e incluso está presente Johnny Cash con su show.
Las películas de terror “The frozen dead” y “La estatua viviente” que les ponían los pelos de punta pero que no podían -o no querían- dejar de ver.
Linklater nos transporta, incluso, al cine con la proyección de “2001: Odisea del Espacio”.
En las noticias la guerra de Vietnam era una constante, se encontraba lejos de todo y de todos pero la madre de Stan se la recordaba a sus hijos cuando no querían comer.
Por supuesto que no falta un merecido homenaje a los primeros astronautas: los sietes del Mercury: John Glenn, Scott Carpenter, Alan Shepard, Walter Schirra, Gordon Cooper, Gus Grissom y Deke Slayton.
Y a los hombres del Apollo: Pete Conrad, Neil Armstrong, Buzz Aldrin, Michael Collins, Frank Borman, James Lovell, Gene Cernan, John Young y Alan Bean.
También a quienes tristemente murieron atrapados en un incendio que se produjo en el Apollo 1: Gus Grisson, Roger Chaffee y Ed White.
Por supuesto que finalmente también vemos al mítico Apollo 11 llegando a la luna (igual que Stan con su Apollo 10 1/2).
Queremos destacar la amplia capacidad de Linklater para recrear esta época y este lugar trayéndonos a nuestra memoria las horas que pasamos jugando con nuestros amigos de la infancia o viendo la televisión con nuestros familiares.
En resumen, nos encontramos con chicos normales que jugaban en el jardín de su casa, o en el garage, que iban a la escuela, que interactuaban con sus abuelos y con otros adultos que por aquel entonces fumaban por doquier y bebían mientras manejaban, pero sin emborracharse.
Apollo 10 1/2: una infancia espacial, nos transporta a los mágicos años de la carrera espacial y al contexto que la rodeaba
Por otro lado vemos que Stan es un jovencito con mucha imaginación (ésta es la historia de fantasía) y se ve reclutado por agentes de la NASA que lo llevan a un programa especial -léase top secret– porque se equivocaron con las medidas de la cápsula espacial y no puede viajar ningún adulto a la luna, necesitan a un chico como él.
Entonces presenciamos, en paralelo con la historia real, el entrenamiento espacial al que se somete el protagonista y finalmente su viaje a la luna, con alunizaje incluido. Resulta tan simpático como emocionante.
Se trata, sin lugar a dudas, de una película para disfrutar en familia.
Algunos de los actores que forman parte del elenco son: Milo Coy como Stan, Jack Black (“School of Rock”, “High Fidelity”) como Stan de adulto, Lee Eddy (“Cruel Summer”, “Panic”) como la madre del protagonista, Bill Wise (“Waves”, “Frances Ferguson”) como el padre, y los hermanos: Natalie L’Amoreaux (“Addict Named Hal”) como Vicky, Josh Wiggins (“Max”, “Greyhound”) como Steve, Jessica Brynn Cohen (“This is Me”) como Jana, Sam Chipman como Greg y Danielle Guilbot (“Impropriety”, “Christmas Lovers Anonymous”) como Stephanie.
El director y guionista es Richard Linklater (“Boyhood”, “¿Dónde estás Bernadette?”).
La duración de Apollo 10 1/2: Una infancia espacial o Apollo 10 1/2: A Space Age Adventure es de 97 minutos y podemos verla por Netflix en idioma original con subtítulos o doblada al español.
Dónde ver "Apolo 10 1/2: Una Infancia Espacial"
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