Corazón de tinta, un libro dentro de otro libro
Los cuentos son mágicos, esta es una afirmación que, desde mi punto de vista, no se puede refutar; quienes tienen el don de contar historias, propias o ajenas, saben bien a lo que me refiero.
Mortimer Folchart es un “médico” o restaurador de libros, los trata como criaturas frágiles que son y se encarga de ponerlos en forma cuando pierden la frescura de los primeros años. Además, acostumbraba leer cuentos a su familia hasta que sucedió un hecho inesperado, el que desencadenó esta historia antes de que la conociéramos. En realidad nosotros llegamos en el momento en que Dedo Polvoriento vuelve después de muchos años a la casa de Mo, también conocido como “Lengua de brujo”. Y el hombre junto con su hija, el extraño personaje y Gwin, una marta con cuernos, escapan hacia el sur, a la casa de la tía Elinor.
Para Meggie, una chica de doce años, una parte de su vida es tan misteriosa como angustiante; la ausencia de una madre que un buen día desapareció y de un padre que a pesar de amar los libros con locura, se niega a leerle en voz alta la confunden, por no mencionar el hecho de que siempre están yendo de un lugar a otro, como escapando.
Pero volvamos a la aparición del hombre con las tres cicatrices en su rostro y una marta como compañía, Dedo Polvoriento; quien en un comienzo fastidió a la niña para después volverse una especie de “amigo” suyo. Porque gracias a él y a su ansiedad Meggie pudo saber cómo fue que desapareció su madre.
Aunque parezca increíble todo gira alrededor de un libro llamado “Corazón de tinta” y al don que tiene Mo de dar vida a los personajes de sus libros cuando lee en voz alta.
“Corazón de tinta” es uno de los títulos más hermosos con los que me crucé, estas tres palabras simples forman una pequeña frase que trae a mi memoria hadas, duendes, aventuras y personajes que me vienen acompañando desde siempre. El libro de la escritora alemana Cornelia Funke es recomendado para chicos a partir de los 10 años y, desde mi opinión, para adultos de todas las edades porque se trata de una encantadora historia que merece ser leída.
Tanto el filme de Iain Softley como la historia de Funke nos llevan a un mundo mágico donde la mayor parte del tiempo dominan los malos con el insensible Capricornio a la cabeza (un despreciable ser a quien “las pasiones le son ajenas” y que su propio creador define como “héroe siniestro” que “no siente nada, nada en absoluto, ni siquiera su propia crueldad le divierte”) acompañado por Basta, Nariz Chata, Cockerell y la Sombra también llamada “el perro de Capricornio” por Fenoglio, el autor del libro de la historia que les dio vida. Pero no por esto debemos subestimarla porque el mismo escritor la describió de la siguiente manera: “Pero había uno al que la gente temía aún más que a los hombres de Capricornio. Lo llamaban la Sombra. Sólo aparecía cuando Capricornio lo convocaba. A veces era rojo como el fuego, otras grisáceo como la ceniza en que se convierte todo lo que devora. Salía flameando de la tierra como la llama de la madera. Sus dedos traían la muerte, incluso su aliento. Se alzaba ante los pies de su señor, mudo y sin rostro, como un perro que ventea su presa, esperando a que su señor le señalase la víctima”.
A pesar de esto no piensen que todo es gris y oscuro, en esta historia también encontramos maravillosas hadas de piel azulada y alas de libélula, duendes y hombres y mujeres de cristal que le agregan aún más encanto.
La película, en su mayor parte, fue filmada en la Riviera italiana (en Albenga se encuentra la casa del autor de “Corazón de tinta”, Fenoglio; en Balestrino está la morada de Capricornio; en Laigueglia vemos a los juglares y en la estación de Alassio es donde la tía Elinor va a tomar el tren), lugares con magia que nos transportan a la Edad Media que es más o menos la época en la que Fenoglio, el autor de la ficción, sitúa la historia, según él mismo dice.
Los protagonistas
“Inkheart” es su título en lengua original, el Inglés, y está protagonizada por Brendan Fraser (“The Mummy”, “Journey to the Center of the Earth) como Mortimer Folchart, Mo o Lengua de brujo; Andy Serkis (“Dawn of the Planet of the Apes”, “The Lord of the Rings”) como Capricornio; Eliza Bennett (“Broadchurch”, “The von Trupp Family: A Life of Music”) como Meggie; Paul Bettany (“The Da Vinci Code”, “Master & Commander: The Far Side of the World”) como Dedo Polvoriento; Helen Mirren (“The Queen”, “Collateral Beauty”) como la tía Elinor y Jim Broadbent (“Harry Potter and the Half Blood Prince”, “Moulin Rouge”) como Fenoglio, entre otros. Fue dirigida por el inglés Iain Softley (“K-PAX”, “The Skeleton Kay”) y producida por el mismo director y Danil Bobker, entre otros.
Este filme del 2008 es ideal para verlo en familia, no se esperen una superproducción al estilo “El Señor de los Anillos” o “Harry Potter” pero tiene magia, por consiguiente cumple con su cometido. Su duración es de 1h 46 minutos y lo encontramos en HBO España tanto en Lengua original como doblado al Español.
La autora del libro
La prolífica escritora Cornelia Funke, una mujer apasionada por los libros y por leer en voz alta, escribió la “Trilogía de Tinta” compuesta por “Corazón de tinta”, que vio la luz en el 2004; “Sangre de tinta”, del 2005 y “Muerte de tinta”, del 2008.
Con respecto al libro que hoy nos ocupa, la escritora dice: “Cuando comencé a escribir ‘Corazón de Tinta’ no tenía ni idea de cómo esta historia crecería en mi cabeza hasta ser más de un libro. Ya hacía mucho tiempo que quería escribir una historia en la que los personajes cobraran vida. Porque… ¿qué devoralibros no conoce esa sensación de que un personaje es más real y cercano que la gente que se conoce en la vida real? La explicación es muy sencilla: ¿qué persona real nos deja llegar tan al fondo de su corazón tal y como nos lo permite un cuentacuentos? Podemos curiosear hasta lo más hondo de las almas, ver el miedo, el amor… todos los sueños. Pero había todavía algo que me impulsó a escribir esta historia: una historia que tenía continuamente ante mis ojos. La de una niña que se desliza de su cama una noche, va hacia una ventana mojada por la lluvia y fuera… ve a alguien. Lo veía claramente, tanto como en una secuencia de cine, y tuve que ir a ver qué historia se escondía detrás de esa imagen”.
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