El mundo de la animación siempre ha sido un terreno fértil para contar historias mágicas, y cuando Netflix anunció el estreno de Hechizados, muchos teníamos grandes expectativas. La idea de una película de fantasía, con música de Alan Menken y las voces de grandes estrellas como Nicole Kidman y Javier Bardem, parecía una apuesta segura. Sin embargo, tras verla, la sensación que deja es agridulce. Aunque es una propuesta entretenida para una tarde familiar, se queda lejos de ser la gran producción que esperábamos, y eso es algo que no pasa desapercibido.
La trama de Hechizados tiene como protagonista a Elian, una princesa que se embarca en una peligrosa aventura para salvar a sus padres, convertidos en monstruos por un poderoso hechizo. La historia nos lleva a un reino mágico lleno de criaturas y hechizos, y aunque comienza con fuerza, rápidamente se torna predecible. Los giros que deberían sorprender al espectador son demasiado evidentes, y los conflictos no tienen el peso suficiente para mantenernos enganchados. En teoría, esta es una película que combina humor, drama y música, pero en la práctica, todo se siente demasiado superficial y genérico. La magia, que debería ser el motor de la narrativa, queda desaprovechada, y esto le resta mucho a la experiencia.
Una película con un elenco que prometía más
Uno de los puntos que más generaba expectativas en Hechizados era su elenco. Contar con las voces de Nicole Kidmany Javier Bardem es algo que no cualquier película animada puede presumir. Kidman da vida a la reina Ellsmere, mientras que Bardem interpreta al rey Solon, y ambos logran imprimir a sus personajes una calidez y profundidad que los hace destacar. A su lado, Rachel Zegler, quien pone voz a la princesa Elian, aporta frescura y carisma, algo que encaja perfectamente con el tono del personaje. Sin embargo, la calidad de las interpretaciones de voz choca con un guion que no está a la altura de sus talentos. Los diálogos son demasiado simples, y los personajes no tienen suficiente desarrollo como para que la audiencia conecte realmente con ellos.
Otro punto fuerte es el diseño visual. Hechizados brilla por su animación colorida y detallada, que da vida a un reino mágico lleno de escenarios vibrantes y criaturas únicas. Es una película que visualmente es muy atractiva, pero el problema está en que esto no basta para salvar la narrativa. Como muchos críticos han señalado, el diseño cumple con los estándares de calidad que esperamos en una producción animada moderna, pero no innova ni sorprende. Por otro lado, la banda sonora, compuesta por el legendario Alan Menken, aunque bien ejecutada, no alcanza el nivel de memorabilidad de otras obras del mismo compositor. Las canciones cumplen con su función, pero ninguna de ellas se queda en la memoria una vez terminada la película.
Por qué vale la pena ver Hechizados (pero con expectativas moderadas)
A pesar de sus fallas, Hechizados tiene puntos que pueden hacerla disfrutable, sobre todo si se ve desde la perspectiva de una película para toda la familia. Es ligera, colorida y tiene un mensaje positivo sobre el valor de la familia, la valentía y la importancia de enfrentar nuestros miedos. Aunque estos mensajes no se exploran de manera muy profunda, sí logran transmitir algo de calidez, lo cual la hace una opción válida para una tarde tranquila en casa.
Eso sí, es importante verla con expectativas ajustadas. Si lo que buscas es una película animada que te sorprenda o que te deje pensando después de verla, puede que Hechizados no sea la mejor opción. Sin embargo, si lo que buscas es un rato de entretenimiento ligero con los más pequeños de la casa, puede funcionar perfectamente. La participación de Nicole Kidman y Javier Bardem, aunque no salva la película por completo, sí aporta un toque de elegancia y calidad que vale la pena destacar.
Hechizados tenía todos los ingredientes para convertirse en un gran éxito, pero no logra aprovecharlos del todo. Con un elenco de voces de lujo, una banda sonora prometedora y un diseño visual impecable, parecía que Netflix nos traía una obra memorable. Sin embargo, la falta de originalidad y profundidad en su guion la convierte en una película animada más, sin mucho que la haga destacar. Si tienes una tarde libre y quieres ver algo ligero, puede ser una opción, pero no esperes que te deje hechizado.
