Netflix ordena las series románticas Virgin River y Sweet Magnolias
Netflix se prepara a lanzar su propia oferta de contenidos originales dirigido a un público apasionado por las historias románticas.El servicio de video en streaming ordenó Virgin River y Sweet Magnolias, soap drama de 10 episodios basados en una serie de libros de gran suceso.
La serie Virgin River, para la cual Robyn Carr ya escribió 20 novelas, cuenta la historia de Melinda Monroe, quien responde a un anuncio para trabajar como enfermera en la lejana ciudad californiana Virgin River pensando que este sería el lugar perfecto donde volver a comenzar mientras deja a sus espaldas su doloroso pasado. Sin embargo, pronto descubrirá que darse una segunda posibilidad es menos fácil de cuanto pensara.
Sue Tenney, quien conoce muy bien el género por haber trabajado en “Cedar Cove”, será la showrunner y la productora ejecutiva.
En cuanto a Sweet Magnolias está basada en las 11 novelas de la serie “Stealing Home” escrita por Sherryl Woods. La historia se centra en tres mujeres de Carolina del Sud, mejores amigas desde la época del liceo, las cuales se sostienen mutuamente mientras se enfrentan a los problemas amorosos, familiares y laborales.
Vayamos viendo el estilo de la autora Sherryl Woods en un párrafo de su libro “Castillos en la Arena”:
“Las dos caminaron hacia la casa, y, cuando llegaron, Cora Jane le dio un apretón en la mano y le preguntó:
—¿B. J. está dentro?, me muero de ganas de que me enseñe alguno de esos juegos que tanto le gustan.
Él se limitó a asentir, ya que era incapaz de apartar la mirada de Emily; cuando se quedó a solas con ella, comentó:
—Creía que habías decidido no pasar las Navidades aquí.
—Sí, yo también, pero cuando regresé a California y llegué a mi enorme casa vacía empecé a plantearme dónde quería estar realmente. Llevaba mucho tiempo soñando con lo maravilloso que iba a ser pasar todos juntos estas fiestas, y había una única forma de conseguir que esos sueños se convirtieran en realidad. Así que decidí tragarme mi orgullo y volver.
—¿Qué tiene que ver tu orgullo en todo esto? —le preguntó, ceñudo.
—Lo heriste cuando no quisiste que fuera contigo a buscar a B. J., Boone. Empecé a pensar que las cosas iban a ser así siempre, que Jodie iba a seguir buscando la forma de interferir en nuestra relación y causarnos problemas, y supuse que tarde o temprano acabarías por hartarte y yo saldría perdiendo.
—¡Ni hablar! Lo de Jodie acabará por resolverse. A lo mejor tengo que iniciar acciones legales, he pensado en garantizarle derechos de visita para que tenga la certeza de que no va a perder a su nieto. Puede que eso baste para hacerla entrar en razón.
—¿Y si no es así?
—Pues será ella la que salga perdiendo”.
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