La historia de esta cinta la podemos asociar a muchas otras películas en donde el protagonista entabla una inesperada conexión con un niño, niña o ambos, que eventualmente lo llevará a diversos matices emocionales para llegar a la redención, al final todos los personajes y elementos se acomodan para que los espectadores se lleven una agradable satisfacción al terminar la cinta.
Palmer: Una inesperada redención conmovedora
Como ejemplo puedo mencionar Un papá genial de Adam Sandler del año 1999, Tío Buck al rescate de 1989 o Un mundo perfecto de 1993 entre muchas otras. Ahora con Justin Timberlake como protagonista, el director Fisher Stevens nos cuenta un suave melodrama sin profundizar en complicados diálogos sobre el género y aburridas correcciones políticas; la cinta únicamente nos muestra a dos personas que se conocen e intentan transformarse a través de la empatía, la unión y el amor incondicional.
Aunque con todos estos elementos caemos en una narrativa convencional y hasta por momentos predecibles, no deja de tener momentos de lucidez, logrando conectar invariablemente con la audiencia. Esta propuesta fílmica se diferencia de otras películas del género gracias a que toca un tema estigmatizado por la sociedad, la búsqueda de una identidad de género desde la propia niñez.
Palmer después de pasar un tiempo en prisión, regresa a su pueblo natal en donde conocerá a través de su abuela a Sam, un niño solitario y emocionalmente abandonado que tiene una afición por las caricaturas de princesas, las muñecas y los disfraces para las niñas.
No hace falta entrar en discursos profundos para entender la problemática con la que se enfrentan nuestros personajes; por un lado está el exconvicto en busca de trabajo, pero que carga con el peso de haber estado en la cárcel, lo que dificulta el camino hacia su nueva vida, y por el otro tenemos un niño prácticamente abandonado que recibe un constante acoso escolar por sus gustos un tanto «diferentes» a los niños del pueblo.
Ryder Allen encarna de manera magistral al pequeño Sam, su actuación puede ser equiparada al nivel de Jacob Trembley en la cinta de Room del 2015; por su parte Justin Timberlake hace gala de una actuación pulcra y totalmente convincente, demostrando la madurez que ha adquirido en su carrera cinematográfica.
La química que logran Timberlake y Allen en pantalla es lo que lleva a la cinta en la dirección correcta. Critica duramente a la sociedad por la intolerancia y prejuicios por todos aquellos que son «diferentes» a lo convencionalmente establecido, pero sin caer en dramatismos absurdos.
La película Palmer, si bien cae en el rubro del feeling good movie, no deja de ser relevante por el tema que trata, y más en estos tiempos de intolerancia, discriminación y racismo.
Palmer está disponible a través del servicio AppleTV+.