Se dice que Amazon está buscando reducir gastos en sus producciones originales pensando en la programación del próximo año y se supone que fue esto lo que sucedió con Z: The Beginning of Everything, aunque debo reconocer que me llamó la atención porque según “The Hollywood Reporter” ya se habían gastado siete millones de dólares en la preproducción de la segunda temporada que había sido confirmada cinco meses atrás. Aunque los rumores decían que la decisión había sido tomada después de las críticas que el servicio de streaming había recibido por favorecer series protagonizadas por hombres.
A decir verdad, la serie había comenzado de una manera tibia en cuanto a la recepción del público. Estaba bien actuada y ambientada pero siempre es difícil seguir a Zelda Fitzgerald, su constante rebeldía y su necesidad por sobresalir llamando la atención sin importar a qué costo, hizo de esta mujer alguien que puede despertar amor-odio, como es mi caso. Siempre fue así y la serie de Amazon no me ayudó a cambiar de opinión, por consiguiente, a veces la serie me resultaba tan desesperante como su protagonista. Y a mi modo de ver, pudo haber sido la misma Zelda lo que provocó que el público no terminase de aceptar Z: The Beginning of Everything.
Esta mujer, icono en su época, según su esposo fue “la primera flapper de Estados Unidos”; se llamaba “flapper” en los años ‘20 al nuevo estilo de vida de las mujeres jóvenes que usaban faldas cortas, no llevaban corsé, se maquillaban mucho, escuchaban y bailaban jazz, fumaban, conducían a gran velocidad, en fin, eran los inicios del siglo XX y ellas eran lo opuesto a lo socialmente correcto. Esto lo podemos apreciar en el primer capítulo de la serie cuando la joven todavía vivía junto a su familia en Alabama y disfrutaba yendo a bailar a escondidas de su padre, quien era Juez de la Suprema Corte de Alabama. Incluso en este episodio podemos ver el primer encuentro entre Scott y Zelda y el cortejo del joven e incipiente escritor.
Z: The Beginning of Everything no contará con una segunda temporada
Y fue mundialmente conocida a través de él; incluso hay quienes opinan que ella, también escritora, se vio eclipsada por la figura de su marido. Pero en 1970 y gracias a Nancy Milford y a su libro “Zelda: A Biography” se la comenzó a considerar y para muchos pasó a ser un icono feminista víctima de un esposo controlador. En estos momentos viene a mi mente la imagen del matrimonio Zelda-Scott que nos muestra Woody Allen en la que para mí es su última “obra maestra”, la película “Midnight in Paris”. Aquí los vemos como el matrimonio célebre que formaron, quizás envidiados por muchos, aunque con una Zelda frágil e insegura por el amor que su marido le tenía.
Esta serie, como tantas otras, está basada en un libro, en este caso se trata del libro homónimo de la escritora estadounidense Therese Anne Fowler publicado en el 2013.
El cast de la serie está compuesto por Christina Ricci (como Zelda Fitzgerald), David Hoflin (como F. Scott Fitzgerald), Kristine Nielsen (como Minnie Saire) y David Strathairn, entre otros. Los productores ejecutivos y creadores de la serie son Nicole Yorkin y Dawn Prestwich. Tim Blake Nelson dirigió en el 2015 el episodio piloto, Mike Barker dirigió 3 episodios en el 2017, Neasa Hardiman, Minkie Spiro y Wash Westmoreland dirigieron 2 episodios cada uno este mismo año.