Sin lugar a dudas, la pasión mueve a la gente de la misma forma que la fe mueve montañas. Y esto es lo que nos dice 84, Charing Cross Road.
En esta historia los protagonistas son Helene y Frank; una entusiasta lectora, escritora y guionista de Nueva York que se negó a transferirse a Hollywood cuando la industria del cine y la televisión pasaron de la Gran Manzana al estado de California y un simple y culto vendedor de libros de una librería londinense ubicada en la calle Charing Cross, número 84.
La historia comienza el 5 de octubre de 1949 cuando ella, una“escritora pobre amante de los libros antiguos”, como se autodefine, ve un aviso de una librería de Londres especializada en libros fuera de impresión en la revista “Saturday Review of Literature”; debido al costo y al mal estado que los libros antiguos se vendían en Nueva York decide escribir y preguntar si tienen en stock algunos libros de su interés. Sorprendentemente, desde el otro lado del Océano, F.P.D. (Frank P. Doel), encargado de ventas de Marks & Co., le envía algunos ejemplares que a Helene le interesan en excelente estado y a un precio más que razonable.
La correspondencia entre estas dos personas amantes de la buena literatura durará veinte años. A lo largo de este tiempo se suman la esposa e hijas de Frank y sus colegas de trabajo.
Tanto la película como el libro nos muestran, además, los momentos sociales, políticos y económicos paralelos a la historia de los protagonistas. Comienza con la explosión económica del lado de los Estados Unidos paralelamente a la dura post-guerra en Gran Bretaña cuando la población tenía racionada la comida (60 gramos de carne por semana y 1 huevo al mes para cada familia).
Helene, sin ser pudiente, muestra su generosidad enviando comida a sus nuevos amigos para la época de las fiestas. Es emocionante ver la reacción de los británicos cuando abren la gran caja que la mujer les manda con latas de carne, huevos, incluso llega a enviar medias de nylon para las mujeres.
La historia que hoy nos ocupa termina en 1969.
La película “La carta final”
Mel Brooks, afortunadamente, compró los derechos del libro en los años ‘80 a través de su compañía Brooksfilm con la intención de que su esposa, Anne Bancroft, interpretara a la escritora Helene Hanff. (Se rumorea que fue un regalo de Mel hacia Anne cuando cumplieron el 21º aniversario de bodas; me encanta esta idea, ojalá realmente haya sido así.)
Este exquisito filme de 1987 que había visto en más de una oportunidad varios años atrás tuve la posibilidad de volverlo a ver tantas veces como quise gracias a que Netflix lo incluyó en su catálogo italiano (aclaro que vivo en Italia). En España está disponible en el catálogo de la plataforma Filmin.
Con el correr de los minutos las imágenes nos van envolviendo tanto en la época como en la historia de sus dos protagonistas, incluyendo a las personas cercanas y queridas por ellos. La complicidad de Helene cuando mira hacia la cámara y habla con el público es un detalle más que acertado para que nos sintamos parte integrante de la historia.
Ella es una persona un tanto excéntrica, algo desordenada, muy puntillosa cuando habla de literatura y con una memoria envidiable.
Siempre se la ve escribir con una vieja Remington acompañada por sus cigarrillos y un vaso de ginebra.
Es guionista de televisión y esto le permite pasar por algunos momentos económicos un tanto desahogados, sin embargo posterga más de lo debido su ansiado viaje a Londres aunque finalmente se decide a ir. En realidad así comienza la película, con Helene en el avión llegando a Londres.
En cambio Frank se muestra como un hombre bastante silencioso y reservado, muy culto, conocedor de su profesión y amante de su familia.
Él es quien recibe la primera carta de la escritora y a partir de acá la comunicación, en un principio, será solo entre ellos; luego se suman sus colegas de la librería y finalmente Nora, su esposa, interpretada por una jovencísima Judi Dench.
La carta final está destinada a quienes sienten amor por los libros y la buena literatura pero también a quienes son amantes del buen cine; estoy convencida de que al terminar el filme sentirán que sus últimos 99 minutos estuvieron muy bien invertidos.
Cuando se estrenó se decía que 84, Charing Cross Road era la película más bella sobre libros que jamás se había filmado y tal vez la única que había sabido plasmar bien el tema.
Por esta película su protagonista femenina, la encantadora Anne Bancroft, a quienes muchos seguramente recordarán como la “Sra. Robinson” del filme que co-protagonizó junto al por aquel entonces joven Dustin Hoffman, “El Graduado”, ganó el premio BAFTA como Mejor Actriz.
Anthony Hopkins, a quien vimos recientemente en la película “Los Dos Papas” y en la serie “Westworld” pero que seguramente recordarán por “El Silencio de los Inocentes” (1991), entre otros tantos filmes, interpreta a Frank Doel.
La dirección estuvo a cargo del británico David Jones (“Betrayal”, “The Practice”), quien además fue co-guionista junto a Hugh Whitemore (“The Gathering Storm”, “My House in Umbria”) y a Helene Haff.
El libro “84, Charing Cross Road” de Helene Hanff
Comencemos con una breve biografía de la autora: Helene Haff nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 16 de septiembre de 1916. Fue autodidacta, usó como referente para introducirse en el mundo de la literatura inglesa dos volúmenes de conferencias de Sir Arthur Quiller Couch (profesor de la Universidad de Oxford, Inglaterra). Era una escritora principiante cuando ganó una competencia anual para dramaturgos, lo que la llevó a tomar la decisión de mudarse a Nueva York para “entrenarse” en el arte de la escritura en el Theatre Guild.
En 1949 se contacta por primera vez con la librería Marks & Co., de Londres y con Frank Doel, como ya comentamos anteriormente.
En 1969 la escritora decidió entregar la correspondencia que mantuvo con Frank durante 20 años a un amigo para que éste, a su vez, se la dé a un editor con la intención de publicarla como una corta narración en un revista neoyorquina. De inmediato, el editor la llama con la propuesta de convertir estas cartas en un libro.
Finalmente el libro vio la luz por primera vez en 1970, al inicio las ventas fueron moderadas pero luego 84, Charing Cross Road se convirtió en un éxito. Gracias al mismo, Helene pudo realizar su sueño de viajar a Inglaterra.
En 1975, la BBC produjo una película para televisión basada en el libro; en 1981 se estrenó en Londres, en el “Ambassadors Theatre”, la adaptación de James Roose-Evans resultando un éxito y en 1982, la misma obra pasó al “Nederlander Theatre” de Broadway.
La escritora murió en 1997 cuando tenía 80 años.
El libro, en líneas generales, es casi idéntico a la película lo que habla muy bien de la adaptación del mismo, como no podía ser de otra manera siendo su autora uno de los guionistas.
Veamos algunos párrafos de 84, Charing Cross Road para hacernos una idea de cómo es:
El 3 de marzo de 1952 Helene escribe: “¿No les había dicho que me dedico a escribir guiones de crímenes para la serie de Ellery Queen en televisión? Todos ellos tienen como telón de fondo un marco artístico —el ballet, un auditorio de conciertos, la ópera— y todos mis sospechosos y cadáveres son personas cultas. Tal vez me decida a escribir en su honor otro que se desarrolle en el marco del negocio de los libros raros. ¿Qué prefiere usted ser el asesino o el cadáver?”
En respuesta a esta carta, el 17 de abril de 1952 Frank dice: “Sus guiones para la serie de Ellery Queen tienen todo el aspecto de ser muy divertidos. Ojalá la televisión de aquí pasara algunos episodios de esa serie…, pero anda algo falta de vida (nuestra televisión, quiero decir, no su serie, por supuesto)”.
En algunas ocasiones a través de Frank vamos recorriendo la historia de Gran Bretaña, como leemos en la carta del 20 de octubre de 1951: “Esperamos que vengan tiempos mejores después de las elecciones legislativas. Si Churchill y compañía las ganan, como creo y confío que ocurra, esto será para todos una inmensa inyección de optimismo”.
Y a finales del libro, en una carta de Helene con fecha 11 de abril de 1969 podemos leer: “Recuerdo que años atrás un muchacho al que conocía me dijo que las personas que viajaban a Inglaterra encontraban exactamente lo que buscaban. Yo le dije que buscaría la Inglaterra de la literatura inglesa, y el asintió y me dijo: ‘Está allí’”.
En el sitio http://www.helenehanff.com/ encontrarán la lista completa de los libros que H. Haff compró en Marks & Co. desde 1949 hasta 1968, además de datos, anécdotas y fotos que Angela Garry, que es quien lleva adelante este sitio, nos cuenta y nos muestra.
También podrán ver todos los libros que H. Haff escribió, tanto para niños como para adultos.