Amor y Monstruos, una película original de Netflix
Cuando me siento frente a la pantalla a ver una película original de Netflix lo hago siempre con mucho cuidado e intentando no involucrarme demasiado. Me llevé más de una decepción. En el caso de Amor y Monstruos (Love & Monsters, en inglés) pasé el rato de manera divertida, sin pretensiones pero sintiendo que el filme estaba cumpliendo su cometido. No me sorprendió pero tampoco les diría de no verlo; les recomiendo disfrutarlo junto a sus familiares y amigos con un bols de palomitas de por medio.
Amor y Monstruos (Love & Monsters)Tiene una duración de 109 minutos y esto juega a su favor
La historia es la siguiente: Joel, el protagonista de la película, nos cuenta que un asteroide llamado Agatha 626 se dirigía hacia la Tierra cuando se tomó la decisión de tirar misiles con el fin de destruirlo, y lo lograron; pero los compuestos químicos de los que estaban hechos los explosivos volvieron hacia el Planeta en forma de lluvia transformando a diferentes animales en gigantes que comenzaron a alimentarse de seres humanos.
Y así fue como el 95% de la población desapareció en un año terminando con la vida tal como la conocemos. Entonces, los sobrevivientes decidieron refugiarse en búnkers, o donde podían, para que los monstruos no los encontraran, aunque no siempre fue así.
El filme comienza siete años después de este cambio drástico, cuando Joel, un simpático veinteañero con una mentalidad un tanto adolescente nos deja ver cómo es su vida en el búnker donde vive con sus amigos.
Nos encontramos con un chico solitario pero querido por todos, el chef del grupo, quien no llegó a formar una pareja en todos estos años porque continúa siempre con el recuerdo de su amor de la adolescencia, Aimee.
Pero entre un escondite y otro, la gente se podía comunicar y un día Joel encuentra a Aimee, quien llega a darle la ubicación de donde está antes de que se interrumpa la transmisión.
Y el joven, quien nunca fue capaz de salir a la superficie por ser un negado con la armas (de cualquier tipo) decidió emprender un viaje de ciento treinta y cinco kilómetros para volver con su amor de hacía siete años.
En este viaje conoce a un perro, quien evidentemente perdió a su dueña, y a un hombre y una jovencita que viajan en busca de un lugar más seguro, quienes le enseñan algunos trucos para que pueda sobrevivir antes de continuar, cada uno, su camino.
También se encuentra con MAV1S, un robot que, para asombro del muchacho, aún tiene algo de batería. (Y esta es la parte tierna de la película, la interrelación entre Joel y MAV1S me recordó mucho a Wall-E.)
Demás está decir que Joel encuentra a Aimee… y para saber más van a tener que ver el filme.
Amor y Monstruos está protagonizada por: Dylan O’Brien (“Teen Wolf”, “Amazing Stories”) como Joel Dawson, Jessica Henwick (“Game of Thrones”, “On the Rocks”) como Aimee, Michael Rooker (“Guardians of the Galaxy”, “The Dark Tower”) como Clyde Duttin, Ariana Greenblatt (“The One and Only Ivan”, “Avengers: Infinity War”) como la pequeña Minnow, Dan Ewing (“Occupation: Rainfall”, “Chasing Comets”) como Cap, Tre Hale (“Lethal Weapon”, “Blood on Her Badge”) como Rocko y Ellen Hollman (“Spartacus: Blood and Sand”, “Into the Badlands”) como Dana, entre otros.
Los guionistas son: Brian Duffield (“Spontaneous”, “The Babysitter: Killer Queen”) y Matthew Robinson (“The Invention of Lying”, “Dora and the Lost City of Gold”).
Y el director es el sudafricano Michael Matthews (“Five Fingers of Marseilles”, “Kathaa ‘72”).
Amor y Monstruos está nominado al premio Oscar en la categoría “Mejor Efectos Visuales” y debo decir que me sorprende muchísimo porque, a mi modo de ver, acá es donde la película hace agua. Veamos qué deciden desde la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas el próximo domingo 25 de abril.
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