Entre vino y vinagre o Amigas con solera, solo un mal trago
Al finalizar de ver Entre vino y vinagre (Amigas con solera, el título original es Wine Country) me queda la certeza de que hasta el momento a las películas originales de Netflix les falta un enorme recorrido que transitar. Probablemente habría que explicarle a quien dio vía libre para este proyecto que no basta con colocar una serie de caras conocidas en la pantalla para conseguir un resultado apetecible.
Entre vino y vinagre es una comedia coral femenina, en la cual no hay ningún espacio para la sorpresa y donde la mayor parte del tiempo las protagonistas están bajo el efecto del alcohol, que intenta ser utilizado como medio como para conseguir en el espectador alguna aislada sonrisa. Lo cierto es que cuesta entender que todavía se siga intentando (casi obstinadamente) hacernos reír con la misma fórmula del borracho que hace lo impensable…
Nos encontramos con las seis protagonistas: Abby, Naomi, Rebecca, Catherine, Jenny y Val, un grupo de mujeres maduras, que son amigas de toda la vida y que en los últimos años no tuvieron la oportunidad de transcurrir tiempo juntas. Tomando como excusa que Rebecca va a cumplir cincuenta años deciden de pasar un fin de semana de vacaciones en Napa Valley, un condado de California famoso por la producción de vinos.
Entre el vino y el vinagre, una comedia que no convence
Entre una copa y otra las amigas descubrirán que nunca es fácil pasar largos momentos de convivencia, intentarán descubrir cuál es la relación que las une e intentarán esconder de las otras los problemas que las aquejan.
Lo cierto es que más allá de la trama previsible, nos encontramos con varias falencias a nivel narrativo, un guión repleto de lugares comunes y una química inexistente entre las protagonistas. El resultado es de un tedio cercano a lo insoportable que opaca algunas temáticas que a priori pueden parecer interesantes como el terror al cáncer, la dependencia del trabajo que acarrea estrés o la homosexualidad pasando los cincuenta años.
En realidad estas subtramas están tratadas de una manera llamativamente superficial. Lo que empeora la cosa es que las tiran allí pero luego por una cuestión básica de tiempos o de la misma vacuidad de un guión realizado a medias, no llegan a desarrollarlas ni a profundizar en ellas.
Creo que el grave problema de Entre vino y vinagre es que en ningún momento llega a plantearse que tipo de film pretende ser. Por momentos se quiere insinuar con un estilo demencial como Resacón en Las Vegas (2009) y en otros instantes busca ser más serio. Esta indecisión termina siendo letal porque se queda a medio camino y sin ideas. A veces este tipo de inconvenientes es salvado por una banda sonora basada en música del pasado que intenta poner una cuota de nostalgia, en ese sentido tampoco llega a ser del todo acertada la propuesta de la película.
Las protagonistas no logran traernos interpretaciones atrayentes y se puede palpar claramente una especie de rigidez en la relación de los personajes que no se conlleva con lo que nos quiere proponer el guión. Todo demasiado ficticio como para que creamos por un instante que se trata de un verdadero grupo de amigas.
La película es la primera dirigida por Amy Poehler que lleva a la pantalla a varias de sus amigas del famoso Saturday Night Live (incluyendo a la inseparable Tina Fey que cuando aparece en pantalla es la única que marca la diferencia) pero se logra bastante menos que en el famoso show de la NBC.
En vista de la temática de partida no era descabellado pensar en una versión femenina de Entre Copas (Sideways, 2004), sin embargo el resultado se aleja bastante del que vimos en el film con Paul Giamatti y Thomas Haden Church.
En resumen, se entiende que Netflix busque un perfil propio pero seguramente las tramas previsibles y poca química delante de las cámaras no son la receta justa para obtener óptimos resultados. El que encontramos en Entre vino y vinagre (Amigas con soleras) lamentablemente no pasa de mediocre.
La película está disponible en Netflix a nivel global, tiene una duración de 103 minutos y está presentada en Ultra HD / 4K con HDR. El formato de audio es Dolby Digital 5.1.
Las protagonistas son: Amy Poehler (Abby), Rachel Dratch (Rebecca), Ana Gasteyer (Catherine), Maya Rudolph (Naomi), Paula Pell (Val), Emily Spivey (Jenny) y Tina Fey (Tammy). El guión fue escrito por Liz Cackowski y Emily Spivey. La dirección estuvo a cargo de Amy Poehler.
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