Sideways o Entre copas, como se lo conoce en español, es un filme del 2004 y trata acerca de dos amigos, Miles y Jack, que rondan los cuarenta años y se conocen desde la Universidad.
Miles Raymond (Paul Giamatti) es un escritor frustrado, está divorciado contra su voluntad y trabaja como profesor de literatura; vive deprimido, se siente miserable y a decir verdad, aparentemente no tiene mucho en su vida como para pensar lo contrario.
Jack Lopate (Thomas Haden Church) es un actor que brilló en la pantalla chica una década antes del momento en que se desarrolla la historia que estamos viendo, actualmente trabaja haciendo comerciales. Tiene una personalidad extrovertida y es mujeriego, se está por casar con una atractiva joven pero nada lo detiene para lanzarse a la aventura cuando se trata del sexo opuesto.
Estos dos hombres, cuarentones y viejos compañeros de universidad, deciden realizar un viaje de una semana por California recorriendo viñedos como despedida de soltero de Jack; pero los amigos tienen expectativas distintas. Para el novio toda mujer es sinónimo de aventura y eso es lo que tiene en mente, para Miles -un enófilo amante de la variedad Pinot Noir- catar vinos y jugar al golf puede llegar a ser una buena posibilidad para relajarse.
Y antes de continuar veamos la diferencia existente entre un enólogo y un enófilo para que todos puedan entender por qué defino a Miles como enófilo: enólogo es la persona especializada en enología, que es la ciencia que trata el vino mientras que enófilo es el término utilizado para definir a quienes les gusta, son amigos o amantes del vino. Los enófilos pueden ser grandes comunicadores que difunden la cultura y enseñan acerca de vinos a personas que deseen iniciarse en este apasionante mundo.
Y esto es lo que hace Giamatti a través de su personaje a lo largo de todo el filme mientras le enseña a Jack el mundo que tanto le apasiona. Veamos, por ejemplo, lo que Miles le dice a Jack en un momento: “Y tiene la piel sutil, es sencible, madura pronto. No tiene la fuerza de un Cabernet que llega a crecer por todos lados y florece aunque no se lo cuide demasiado. No, el Pinot Negro necesita cuidado y atención. Crece en ciertos lugares, ángulos escondidos del mundo. Y solo el más paciente de los cultivadores puede lograr su cometido. Solo quien se toma el tiempo de comprender el potencial del Pinot sabe hacerlo rendir al máximo. Y además, sus aromas son los más encantadores, brillantes, excitantes, sutiles y antiguos de nuestro Planeta”.
Y en esta recorrida el escritor se reencuentra con viejos conocidos, como Maya, mientras Jack comienza a vivir una aventura deshonesta con una mujer que no lo merece en absoluto. Pero el actor no tiene malas intenciones, solo es inconsciente e inmaduro.
Entre copas es un drama con tono de comedia y algo de romance muy bien interpretado por Paul Giamatti (“American Splendor”, “Lady in the Water”) como Miles y Thomas Haden Church (“Spiderman 3”, “Broken Trail”) como Jack. Acompañados por Virginia Madsen (“Designated Survivor”, “Joy”) que se mete en la piel de Maya, una mujer con la cabeza en su lugar y que sabe apreciar al escritor por lo que es como hombre y como profesional, y por Sandra Oh (“Grey’s Anatomy”, “Under the Tuscan Sun”) en el papel de Stephanie, la mujer a la que Jack hizo soñar mostrándole una realidad diferente a la que era.
La película tiene un toque intimista que, personalmente, me atrapa; los diálogos entre Miles y Maya son los que más me gustan.
En un momento del filme, creo que es mi preferido, la mujer dice algo así: “El vino es un ser viviente. Y amo imaginar el año en que crecieron las uvas de un vino. Si había sol o si llovía. Y amo imaginar a las personas que se ocuparon de cuidar las uvas. Y si es un vino añejo pienso en cuántas de las personas que trabajaron para hacerlo posible están vivas o muertas. Me gusta pensar que si abro una determinada botella de vino hoy tendrá un gusto diverso a si la hubiera abierto otro día. Porque una botella de vino tiene vida y se encuentra en constante evolución y adquiere complejidad, hasta que llega a su punto culminante, como tu Cheval Blanc. Y después comienza su lento e inexorable declive”.
Todo esto, por supuesto sin despreciar las conversaciones entre los dos amigos que suelen ser graciosas por el evidente contraste que existe entre la personalidad abierta y optimista del superficial Jack y lo cerrado y pesimista que es el intelectual Miles quien en un momento de desesperanza en cuanto a la posible publicación, o no, de su libro dice: “Hemingway, Sexton, la Plath, Virginia Woolf… No podés suicidarte antes de que te publiquen”.
Un viaje por Santa Bárbara (California), entre copas
Con Sideways tenemos la oportunidad de recorrer una parte importante de Santa Bárbara, lugar poblado de viñedos con sus bodegas y algunos de los restaurantes que los acompañan.
Una de las cosas buenas que nos ofrece el filme es que todos los lugares que vemos existen realmente; quien desee recorrer la zona en automóvil puede tranquilamente hacerlo marcando en un mapa los sitios que visitan los protagonistas, incluso los hoteles que frecuentan Miles y Jack son reales. (Los lugareños aconsejan hacer este viaje de julio a octubre porque es la época en que se suceden diferentes fiestas con motivo de la vendimia y se puede disfrutar de una excelente gastronomía y de festivales de música que ponen “la cereza a la torta”).
Con respecto a los vinos, no soy una entendida en el tema, solo puedo decir que quedaron en mi memoria nombres como Pinot Noir Highliner, muy apreciado por el personaje que interpreta Giamatti, por no mencionar al Cheval Blanc de 1961. Pero, ¡atención! que no piensa lo mismo del Merlot porque Miles nunca bebe Merlot.
Rex Pickett, autor de la novela que dio origen al filme
Y hay algo curioso en cuanto al libro Sideways: no tenía editor cuando el director Alexander Payne (“Election”, “About Schmidt”) lo leyó por primera vez.
Pero lo más curioso para algunos fue que esta película que contó con un presupuesto de 16 millones de dólares recaudó más de 100 y ganó 50 premios, incluyendo el Oscar por Mejor Guión Adaptado, además de estar nominado en los siguientes rubros: Mejor Película, Mejor Director (Alexander Payne), Mejor Actor de Reparto (Thomas Haden Church) y Mejor Actriz de Reparto (Virginia Madsen).
También ganó el Globo de Oro a Mejor Película-Comedia o Musical y al Mejor Guión y el premio BAFTA al Mejor Guión Adaptado.
Rex Pickett, el sorprendido autor, mostró su pasión por el vino cuando expresó su alegría por la influencia que la película ejerció en el público cuando declaró que gracias a Sideways la gente después de una década dejó de lado la cerveza para volver al vino. La película influyó de tal modo que en el Reino Unido y en los Estados Unidos de Norteamérica las ventas del Pinot Noir aumentaron un 16 por ciento.
Sideways tiene una duración de 127 minutos y pueden encontrarla en Netflix España tanto doblada como subtitulada al español.