Este año, el regalo navideño de último momento en Disney+ para sus suscriptores es Strange World, una aventura animada que fracasó en taquilla, recaudando alrededor de 62 millones de dólares a nivel global, lo que es una tasa de retorno bastante mala para los dueños de Mickey Mouse.
Algunos señalan una campaña de marketing floja de Disney+, lo que parece viable, ya que no ha sido tan publicitada como es habitual por la compañía; no había logotipos o personajes de Strange World adornando las paradas de bus o las cajas de palomitas en los cines. ¿Otra razón para su falta de éxito popular? Presenta de manera prominente a un personaje con una sexualidad complicada, lo que limitó su lanzamiento en algunos países. Nada de esto cuenta si realmente es un film bueno y/o digno de ver, por supuesto, y es precisamente por eso que estamos aquí ahora, determinando si debe de ser una película que debamos ver en estas vacaciones.
«Strange World» en Disney+ ¿verla o no?
El resumen: Comienza con algunos pastiches de noticieros de la época y un estilo de cómic vintage, estableciendo el tono para una rareza: una película sin teléfonos celulares. No es que tenga lugar en la Tierra, por supuesto, sino que es una especie de Tierra alternativa, similar a la nuestra, pero confinada a un lugar, una tierra llamada Avalonia, rodeada por montañas «interminables». El gran héroe de Avalonia es Jaeger Clade (Dennis Quaid), que busca ver qué hay al otro lado de esas montañas con su hijo, Searcher (Jake Gyllenhaal), a su lado. Junto a él, hasta que Searcher descubre una planta eléctrica y sus destinos divergen. Jaeger sigue adelante. Searcher regresa a Avalonia «urbana» y se vuelve tan famoso como su padre cultivando la planta, llamada Pando, para obtener energía para alimentar hogares y máquinas voladoras que, aparentemente, no pueden volar lo suficientemente alto como para superar las montañas.
Han transcurrido veinticinco años. Jaeger ha estado desaparecido todo este tiempo y Searcher tiene problemas de abandono, pero bueno, al menos ayudó a formar a Avalonia en su estado utópico actual. Y también tiene su propia familia: su esposa Meridian (Gabrielle Union) rocía los campos de Pando con insecticida. Su hijo adolescente Ethan (Jaboukie Young-White) es feliz pero incómodo porque tiene una atracción por un chico. Y su perro de tres patas, Legend, lame a todo lo que se mueve. Vale la pena señalar que Ethan es abiertamente gay, aunque nadie en la película lo llama «gay», y también podemos deducir lógicamente que Avalonia es una utopía al menos en parte porque Ron DeSantis no parece vivir allí. Lamentablemente, esta existencia perfectamente armoniosa comienza a desmoronarse cuando las cosechas de Pando se infectan con un virus, lo que lleva a la presidenta Callisto (Lucy Liu) a reclutar a Searcher para una misión: ir a las profundidades de la masiva raíz de Pando y descubrir qué demonios está pasando allí abajo.
Este es un punto de inflexión clave en la historia, donde podría volverse predeciblemente decepcionante o narrativamente atrevido. Cumple con lo primero al tener a Ethan esconderse en el barco de Callisto y reunir a Searcher con su padre largamente ausente; esto no son spoilers, porque ocurren en los primeros minutos y los vimos venir desde lejos, y de todos modos, no se contrata a Dennis Quaid para darle solo para unos minutos de tiempo en pantalla.
Nuestra opinión:
¿Puede el esplendor visual de Strange World superar sus carencias en la trama y de los personajes? Sí, especialmente si no has decidido llevar a toda la familia a ver la película en la gran pantalla y con los precios bastante altos que encontramos ahora. Eso es lo irónico: una animación preciosa donde mejor se aprecia es en la gran pantalla, pero acompañada de una historia que no merece tanta atención concentrada.
Aunque los nombres detrás dan crédito a Strange World (el director Don Hall, el co-director y escritor Qui Nguyen), le falta la profundidad que suele aportarnos los film de Disney. Temáticamente, ofrece conceptos sobre la armonía ambiental y el conflicto generacional, ambos de los que se sienten obvios, calculados y forzados. Eso es una afirmación admisible y una lección valiosa para los jóvenes. Pero luego tenemos una escena en la que todo está en juego de manera urgente, y los personajes se detienen para intercambiar sentimientos sobre aceptarse el uno al otro en lugar de tratar de hacer que sean alguien más, y todo lo que podemos hacer es gritar: ¡Salva el mundo! ¡Pueden abrazarse después…!
Cada atributo positivo se equilibra con uno decepcionante (personajes diversos con personalidades vacías y nada interesante que decir), lo que equilibra a Strange World a cero (ni positivo ni negativo para ver). Llegado este punto, solo puedo decir, que si no se ve en la necesidad de pagar por verla (si dispone de Disney+), le recomiendo ver y sacar sus propias conclusiones.
