Series netflix

Por trece razones (el peligro que conllevan las redes sociales y no solo)

Gracias por compartir

Por trece razones es una miniserie original de Netflix está basada en el libro Trece razones por qué escrito por Jay Asher en el año 2007 y que obtuvo diversos reconocimientos internacionales. La novela, si bien está orientada a un público juvenil (de hecho la prosa, muy fluida por cierto, utiliza un lenguaje que se adapta a un público de esa edad más que a uno mayor), trata tópicos de gran relevancia social.

Temáticas que de alguna manera si bien fueron tratadas siempre con seriedad no encontraron una forma de relato idónea como para capturar a jóvenes y adultos. Y ese es el gran acierto del libro de Asher: llevar las problemáticas profundas de los adolescentes a un público que va más allá de ellos.

 

La trama de Por trece razones

La vida de un adolescente, como sabemos porque todos hemos pasado por esa etapa, es difícil. Tal vez más de lo que recordamos. Hannah Baker es una joven estudiante del penúltimo año de la escuela superior que tomó la trágica decisión de suicidarse, optando por poner fin a su joven existencia de tan solo 17 años.

Hannah Baker y una terrible determinación motivada por trece razones.

 

¿Pero qué es lo que motivó a Hannah para tomar tan terrible decisión? ¿Qué hechos afectaron de tal manera a la frágil joven como para llegar a este extremo? Las preguntas que siempre nos hacemos sobre quien toma este tipo de determinación y que generalmente no tienen respuesta en el caso de Hannah las tendrán.

En 7 cassettes de audio encerrará los trece motivos por los cuales decidió no continuar adelante. Trece lados de estas cintas, trece respuestas, a veces con nombres, a veces con hechos, que acabaron con sus sueños. Estos cassettes están acompañados por un mapa que va a ayudar a quien lo escucha a recorrer los sitios del dolor de la adolescente para comprender un poco más el porqué.

La idea es que lo escuchen en orden quienes aparecen en las cintas y luego de hacerlo, lo pasen al siguiente. Una cadena brutal, dolorosa, en muchos casos negacionista por parte de quien tiene que oír los audios que grabó Hannah. Y hay solo dos reglas: escuchar y pasar al siguiente. Si no se hace, los contenidos de las cintas se harán públicos.

¿Y por qué en cassette y no en un cómodo mp3? Justamente esa es la idea Hannah: generar la voluntad en la gente para oír lo que tiene para decir pero a la vez que genere incomodidad.

Clay Jensen forma parte de la lista, un chico inteligente, tímido (tal vez demasiado), honesto. Busca siempre hacer lo correcto aunque sea el camino duro para seguir. Junto a Hannah, es el protagonista de esta agónica historia, de este thriller psicológico. En la puerta de su casa se encuentra una caja dirigida a él; el contenido, como se puede deducir, son: un mapa y 7 cassettes con 13 lados grabados y 13 números escritos.

Las cintas volverán la vida de Clay Jensen un verdadero calvario.

Él es uno de los motivos, ¿pero por qué?, ¿cómo? La respuesta a estas preguntas las encontrará pero para eso deberá vivir un verdadero calvario de recuerdos y tristes historias con la voz de Hannah como compañía.

 

Temas que llevan a la reflexión

Una miniserie que nos deja pensando en nuestro rol como padres, me toca un nervio expuesto porque yo mismo tengo una hija de la precisa edad de Hannah. Y como padre debo reconocer que las cosas no son siempre sencillas y hay que estar constantemente atento a todo, hasta al detalle más insignificante.

Los padres de Hannah buscan una explicación para comprender la decisión de su hija.

Los adolescentes tienden a dramatizar las cosas más allá de la verdadera importancia de las mismas. Esto es irremediable y difícil de manejar para quienes tenemos hijos en esa etapa. Son cuestiones inevitables, que todos hemos pasado y que les pasará a todos por igual.

Es difícil poder escuchar a quien no quiere hablar. Los padres lo intentamos…

Nuestra tarea es la de lidiar de la manera más eficaz posible con cada momento de nuestros hijos y estar allí siempre para escuchar aunque no tengan nada para decir o no quieran hacerlo. Y es duro porque la línea es realmente delgada entre lo que un adolescente puede interpretar como intromisión o todo lo contrario, desidia. Y a veces tenemos que hacer de saltimbanquis entre los límites que debemos establecer y la libertad que tenemos que dar.

Para nuestros padres si bien la cosa fue difícil seguramente era más simple, por un sencillo motivo que tiene dos palabras: redes sociales. Justamente el drama de Hannah parte por una foto en una red social.

La tecnología trae consigo cosas buenas y malas. Las redes sociales están en tela de juicio.

La miniserie trata un montón de tópicos comunes entre los adolescentes, motivos que pueden generar dolor y desesperación en aquellos que se consideran más débiles. Hannah es una víctima de una sociedad que es permisiva respecto a ciertos comportamientos. Los adolescentes pueden ser crueles, muy crueles, tanto como los adultos pero sin los filtros hipócritas que nosotros aplicamos día a día. Esto nos pinta una sociedad patética de la cual formamos parte y que Por trece razones describe de manera perfecta.

 

Una miniserie cuidada en todos los detalles

Hay un detalle que sinceramente le pone el moño a esta muy buena miniserie: los colores de las escenas orientadas en el presente están muy poco saturados respecto a los flashbacks que son, muchas de las veces, absolutamente coloridos. Y no solo esto, han tenido a bien seleccionar colores para los atuendos en tonalidades azul violáceas, como así también aplicaron algún filtro que resalta las mismas y que se relacionan con el sufrimiento, la muerte, la tristeza y la penitencia según algunos estudios del comportamiento relacionado a los colores. Se puede decir que no dieron puntada sin hilo…

Nótense los tonos azul violáceos y poco saturados en las escenas que se desarrollan en el presente.

 

Completando los datos de Por trece razones

Universal Pictures se hizo con los derechos de la obra en 2011 y tenía en carpeta llevar la historia a la gran pantalla con Selena Gómez como protagonista. Finalmente la producción no prosperó y cuando en 2015 surgió la idea de hacer una serie para Netflix la actriz prefirió estar detrás de cámaras. Me pareció un acierto que los protagonistas no fuesen conocidos, porque caso contrario hay quien puede perder la perspectiva de la obra detrás del nombre popular.

Hannah y Clay, la historia de lo que pudo haber sido pero no será.

El cast es muy sólido y homogéneo, si bien hay algún que otro personaje recitado en el límite de la sobreactuación. Pero por ser un elenco tan joven tratando temas tan serios me pareció un casting óptimo el que se realizó para la miniserie.

Los protagonistas son: Katherine Langford (Hannah), Dylan Minnette (Clay), Justine Prentice (Bryce), Christian Navarro (Tony), Miles Heizer (Alex), Alisha Boe (Jessica), Brandon Flynn (Justin), Devin Druid (Tyler), Ross Butler (Zach), entre otros.

Por trece razones consta de 13 capítulos de entre 49 y 61 minutos más un extra de aproximadamente 30 minutos con una mezcla de intervenciones de los actores, productores, autores y psicólogos hablando un poco sobre los temas tratados en la obra. ¡Atención! Recomendamos no verla antes de la miniserie porque aparece algún que otro spoiler.


Gracias por compartir

Comentarios

Comentarios

Sobre el autor

Martín

Agregar comentario

Publicar comentario