La importancia de «Las Buenas Madres» es innegable. Incluso un festival como el de Berlín lo ha reconocido. Esta es una de las razones, además de su excelente producción, por la que la serie en Disney+ desde abril de 2023 ha ganado un premio en la sección de series del evento. El premio rinde homenaje al valor de los actos de estas valientes mujeres que son retratadas en la serie, y que han sido meticulosamente filmadas bajo la dirección de Elisa Amoroso y Julian Jarrold (echa un vistazo también a las películas de abril de 2023 que llegan a Disney+).
Hechos de la crónica que primero se plasman en papel en el libro «Las Buenas Madres: La Verdadera Historia de las Mujeres que Desafiaron a la Mafia más Poderosa del Mundo» de Alex Perry, y luego se desarrollan y adaptan para convertirse en una serie de seis episodios que narra las historias de Lea Garofalo y muchas otras esposas y madres que no pertenecían, pero se vieron obligadas a formar parte de la ‘Ndrangheta. Es importante hacer esta distinción, ya que muchas de ellas tuvieron que seguir este camino a lo largo de los años, sin poder elegir sus propias vidas. Eran relegadas a categorías y roles como muestra «Las Buenas Madres», pero en la serie están listas para rebelarse y recuperar su identidad, aquella que fue anulada y arrebatada por un contexto de mafia. Así, se convierten en instrumentos de justicia para desenmascarar a sus verdugos, beneficiándose a sí mismas, a sus hijos y al Estado.
Las Buenas Madres: La Serie Disney Impactante que Desafía Límites, pero sin Arriesgarlo Todo
Así que, aunque esta visión detallada de una investigación que ha llevado al cambio de rol de las mujeres, de pasivo a activo en la delincuencia del sur profundo de Italia, es cierto que a medida que la serie avanza, establece un tono plano y sistemático, donde el estado de ánimo es monótono y los giros argumentales son estáticos.
Aunque la serie tiene que seguir una historia y, por lo tanto, mostrar la realidad de los acontecimientos (a pesar de que esta ha sido cuestionada, especialmente en lo que respecta a la figura de Giuseppina Pesce), la narración de «Las Buenas Madres» se encasilla demasiado, obligándose a ser más rigurosa y dogmática de lo necesario. Olvida su carga emocional, que podría haber funcionado perfectamente como lubricante para las articulaciones de un relato capaz de educar, además de conmover.
No solo muestra los acontecimientos a quienes los observan, sino que sabe aprovechar su carácter épico y abrumador. No es que lo que hicieron las protagonistas no sea suficiente, pero en este caso, parece que la realidad tiene más efectividad para involucrar e intrigar al público que, en cambio, ante «Las Buenas Madres», nunca ve alternarse picos de tensión o profundización, manteniéndose esencialmente igual desde los primeros episodios, los más incisivos, ya que deben establecer un contexto en comparación con un desarrollo que, aunque uniforme, se paraliza en el mismo instante en que se enfoca.
Las mujeres y protagonistas valientes de «Las Buenas Madres»
No cabe duda de que un elenco de actrices liderado por la siempre talentosa Barbara Chicchiarelli, una sorprendente Valentina Bellè y una reafirmada Gaia Girace hacen de «The Good Mothers» una producción muy digna, también gracias al compromiso y la atención humana que las intérpretes ponen en representar sus roles.
Del mismo modo, el descubrimiento de Simona Distefano en el papel de Concetta Cacciola, a quien se le otorgan especialmente las miradas y los silencios de la serie. Un retrato que muestra que el cambio es posible, solo se necesita un poco, o mejor dicho, un enorme pero fundamental valor. Ese valor que no siempre las series italianas logran ofrecer, pero al que aspiran, brindando resultados discretos.
