Hay series que te atrapan sin avisar. No tienen una campaña brutal, ni salen en todos los anuncios, pero alguien te dice “míratela” y zas, te clavan al sofá. Un chico malo es una de esas. Una serie israelí que empieza en una correccional juvenil, pero no va de cárceles. Va de personas. De heridas que no se ven. De chavales que parecen perdidos, pero en el fondo están buscando lo mismo que todos: cariño, sentido, algo a lo que agarrarse. Y lo mejor es que lo cuenta sin adornos, sin trampa ni cartón. Con una crudeza que no duele porque sea violenta, sino porque es real. Lo que ves no es espectáculo, es verdad. Y eso… impacta.
¿Te gustó Euphoria, When They See Us o incluso Skins? Pues esta juega en la misma liga, pero con su propio código. Aquí no hay filtros de Instagram ni discursos elaborados. Solo emociones a flor de piel, silencios que dicen mucho y miradas que te atraviesan. Es de esas series que no te entretienen: te remueven. Y eso, hoy en día, es casi un superpoder.
Trama de Un chico malo
Dean es un adolescente que termina en un centro de detención juvenil. No sabemos bien por qué, pero tampoco hace falta. Lo que importa es lo que pasa ahí dentro. El día a día entre rejas, las tensiones, los códigos no escritos, y esa constante pelea entre protegerse o abrirse a alguien. Porque en ese entorno, la mínima muestra de debilidad te puede costar caro.
Pero Un chico malo no se queda en la superficie. Va más allá. Nos mete en la piel de Dean, en su historia, sus fantasmas, sus contradicciones. La serie va construyendo el puzle con calma, combinando escenas actuales con flashbacks, y lo hace con un equilibrio brutal entre dureza y ternura. Aquí no hay juicios. Solo vidas que se cruzan, a veces chocan, y otras se entienden sin decir una palabra.
Elenco y personajes
El alma de esta serie se llama Guy Menaster. Él es Dean. Y ojo, porque su actuación es de las que dejan huella. Tiene ese “algo” que no se entrena: presencia, intensidad, verdad. Puede estar en silencio tres minutos y aún así no puedes dejar de mirarle. Si esta serie se ha colado en tantas listas de recomendaciones, en parte es por él.
A su alrededor, un grupo de actores jóvenes que no parecen actores. Parece que les han sacado de verdad de una correccional. Todos aportan, todos suman. Cada personaje tiene su historia, su herida, su forma de sobrevivir. No hay relleno, no hay tópicos. Solo chavales tratando de salir adelante como pueden.
Y ojo con el elenco adulto. Maya Dagan está fantástica como una de las responsables del centro. Su personaje es de esos que, a ratos, odias… y a ratos entiendes. Porque como en la vida, nadie es solo bueno o malo. La dirección de Hagar Ben-Asher junto con Ron Leshem y Daniel Chen es impecable. Se nota la mano de gente que ya sabe cómo retratar emociones adolescentes sin caer en lo fácil. Ron Leshem, de hecho, estuvo detrás de la versión israelí de Euphoria. Y aquí se percibe ese mismo tacto, esa mirada que no juzga, que observa y deja espacio al espectador.
Por qué verla
Porque no se parece a nada que hayas visto últimamente. Es cruda, sí. Pero también honesta, sensible, y con una carga emocional que te descoloca. No busca el efectismo, busca conectar. Mostrar que incluso en los lugares más oscuros, hay luz. Y que nadie es solo “un chico malo” sin motivo.
Además, Un chico malo es otra prueba del nivelazo que tiene la ficción israelí. Lejos de los focos de Hollywood, están saliendo historias potentes, arriesgadas y profundamente humanas. Esta es una de ellas. Si te gustan las series que te dejan pensando, que te sacan de tu zona de confort y te hacen mirar el mundo con otros ojos… dale una oportunidad.
¿Tiene puntos flojos? Alguno. No es para ver a la ligera ni para todos los públicos. Pero si entras en su juego, si te dejas llevar, puede que acabes recomendándola tú también. Como ese amigo que te dijo “míratela”. Y tú pensaste “bueno, ya veremos”… hasta que el primer capítulo te agarró del cuello.
Puntuación de "Bad Boy"
IMDb: ⭐ 6.9/10
Escrita por: N/A
Reparto principal: Daniel Chen, Guy Manster, Havtamo Farda
