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Slow Horses temporada 2: El thriller con Gary Oldman sigue sorprendiendo [Reseña]

Slow Horses temporada 2
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El 2022 en Apple TV+ estuvo lleno de sorpresas no solo para los seguidores de Apple, sino para todos los apasionados de las series únicas. La calidad de las producciones de la manzana mordida se hizo sentir, eso es seguro, solo basta algunas de las series como «Ted Lasso«. Pero no es necesario ir muy lejos de estos títulos para encontrar una pequeña joya intencionalmente sumergida en el lodazal, al igual que sus agentes secretos, rechazados por el sistema de espionaje inglés.

Estamos hablando, obviamente, de nuestra reseña de Slow Horses temporada 2 y de la serie basada en los libros de Mick Herron, que cuenta con un Gary Oldman en excelente forma, un oxímoron considerando el declive vivido por su personaje, acompañado de un excelente reparto y una atípica trama de venganza y búsqueda de la verdad en un thriller de espionaje. Ahora que Slow Horses 2 ha terminado su visionado en Apple TV+, no podemos sino constatar que las pretensiones del programa firmado por Will Smith no son infundadas.

Slow Horses temporada 2: Una nueva amenaza

Olvídense del secuestro del joven musulmán en la primera temporada y la operación de rescate correspondiente; nuestros Slow Horses todavía son esclavos del lodazal, cumpliendo sus respectivas penas que les impiden realizarse como agentes secretos al servicio de Su Majestad. Y el Malacoda (Demonio) de este círculo infernal sigue siendo Jackson Lamb, que ladra insultos y basura a sus subordinados, bebiendo como una esponja y alimentándose de ramen. Pero desde el principio entendemos que lo que está en juego en esta ronda de episodios es mucho más alto que en temporadas anteriores.

Dickie Bow, ex MI5, ha sido encontrado muerto en un autobús y todos los síntomas apuntan a un ataque al corazón, pero no para Jackson Lamb, que conocía al hombre y para quien basta un solo indicio, una sola palabra emergida de un pasado nebuloso y escrita en su celular antes de morir, para trazar un camino de teorías y muerte que involucra a Lamb y amplía el escenario a la Guerra Fría, en una trama terrorista que apunta a un objetivo muy preciso. En este diseño, obviamente nada casual, se desarrollan las vicisitudes de nuestros agentes caídos en desgracia, pero una vez más dispuestos a demostrar a los altos cargos de «The Park» que no son simples caballos de tiro, sino caballos de raza desafortunados.

Más aliento, más acción, más de todo

La segunda temporada de Slow Horses abre las compuertas de la narración y expande sus líneas argumentales de manera capilar, dando más espacio a los secundarios y al mismo tiempo ampliando las tramas que tienen sus raíces en la URSS sin alejarse nunca del Reino Unido. Obviamente, encontramos a River Cartwright (Jack Lowden) de nuevo, quien tendrá un papel principal en los acontecimientos y las secuencias de acción de los nuevos capítulos, mejores y más estructuradas que antes. Finalmente, también los otros actores se hacen un espacio más consistente, comenzando por Catherine, cuya historia ya habíamos empezado a empatizar en los episodios anteriores.

Louisa Guy (Rosalind Eleazar) y Min Harper (Dustin Demri-Burns), que habían iniciado su relación en los capítulos anteriores, tendrán un papel fundamental y dramático dentro del marco general, aunque embarcándose en una misión colateral relacionada con «The Park». En menor medida, también Roddy Ho (Christopher Chung), el antipático genio informático, y la nueva entrada Shirley Dander (Aimee-Ffion Edwards) tendrán el espacio necesario para ser más incisivos y participativos que en el pasado, aunque en una medida menor y mostrando una evolución decididamente menos relevante y marcada.

En general, la escritura de Smith logra evolucionar la fórmula ya experimentada con éxito el año pasado, constelándola de mayor suspense y acompañándola con una puesta en escena siempre de buen nivel, que fotografía ambientes nocturnos, húmedos y aislados, sin temer la comparación con exteriores soleados en los que se puede jugar con el dinamismo y la escala de una acción que nunca quiere ser el enfoque de los eventos, sino un apreciado corolario de la tensión.

Slow Horses es, sin duda, una serie de espionaje que se inspira en parte de la mitología de Sherlock Holmes, adoptando el humor y el estilo británico característico. Algunos elementos recuerdan a relatos como True Detective, aunque sin llegar a ser demasiado similares. Tal vez no sea el aspecto más discutido en relación con esta producción, pero es importante destacar que la serie presenta planos dinámicos e incluso audaces, añadiendo un valor adicional a una producción sólida.

Dónde ver "Slow Horses"


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