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Coraline y la puerta secreta, del libro al film

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El filme de Henry Selick

Coraline y la puerta secreta, una encantadora historia escrita por Neil Gaiman publicada en el 2002, aunque con toques de suspenso y terror para niños, fue llevada a la pantalla grande por Henry Selick en el 2009 con la técnica stop-motion (*), tiene una duración de 100 minutos y la encontramos en Netflix de España y Latinoamérica. Los guionistas son el autor del libro y el director del film.

Esencialmente se trata de una niña que se acaba de mudar a una vieja y enorme casa con sus padres y si bien ellos trabajan en su hogar, no encuentran tiempo para dedicarle a Coraline. Es más, la mayoría de las veces le hacen notar que su presencia les fastidia.

Y Coraline se aburre, como es lógico, está sola. Su padre le sugiere que cuente todas las cosas azules que encuentre por su casa y su madre trata de contentarla con la condición de que la deje trabajar en paz. Como el día en que buscó la llave para abrir una pequeña puerta que se encontraba en una habitación vacía; desde que Coraline había descubierto la puerta quería pasar a través de ella. Y la madre buscó la llave correspondiente, abrió la puerta, comprobaron juntas que no conducía a ninguna parte y después, simplemente, la señora Jones se fue recordándole a su hija que habían hecho un pacto: ella le abría la puerta y la niña la dejaba en paz.

Pero Coraline tuvo la suerte de encontrar a Wyborne, un niño un poco extraño (¿qué personaje no lo es en esta historia?) quien demostró ser un buen amigo para ella, aunque esto lo supo más adelante. Igual que el gato, negro y con ojos brillantes.

De los vecinos podemos decir que se los ve excéntricos; las señoritas April Spink y Miriam Forcible, quienes fueran actrices en su juventud y ahora, ya ancianas compartían sus vidas con sus viejos perros terriers escoceses de nombre Hamish, Andrew y Jack y otros muchos perros embalsamados; además, leían las hojas de té. El otro vecino era un anciano con un gran bigote y un acento particular y que, según le dijo a Coraline, estaba adiestrando a unos ratones para un circo; pero por el momento no permitía que nadie los viera.

Y así transcurría la vida de esta solitaria niña hasta que un día decide cruzar la pequeña puerta ya que, curiosamente, el muro que impedía atravesarla había desaparecido (igual que en el mundo de sus sueños).

Grande fue su sorpresa cuando se encontró con una casa igual a la suya pero pintada, arreglada, brillante, como nueva. Y también se encontró con unos padres iguales a los suyos pero mucho más cariñosos y con un niño igual a Wyborne pero mudo, porque a Coraline le molestaba el hablar constante del pequeño. Y por supuesto que no podían faltar los vecinos, ni el gato. Sin embargo a todos los unía un detalle: en lugar de ojos tenían cocidos un par de botones negros, a excepción del gato que se veía igual con la particularidad de que hablaba. Obviamente se trataba de un mundo paralelo en donde Coraline podía encontrar la felicidad y el cariño que le estaban faltando en la vida real.

Pero ella no le ocultaba nada de todo esto a sus padres verdaderos, les contaba todo con lujo de detalles y ellos la escuchaban un poco a su manera, respondiéndole que tenía una gran imaginación.

Y la niña cada noche se dormía, soñaba con ese mundo, se despertaba, pasaba la puerta y vivía “su otra vida” con “sus otros padres” y “sus otros amigos y vecinos”. También encontró un jardín grande como el de su casa y que, a medida que Coraline lo iba atravesando me iba recordando más y más al mundo de Pandora, del filme “Avatar”, que James Cameron dirigió en el 2009 y que se llevara, entre otros, un premio Oscar en el 2010 por Mejores Efectos Especiales.

Pero a pesar de las advertencias que las vecinas de Coraline le hicieran al leerle las hojas de té, de la historia de la hermana gemela desaparecida de la abuela de Wyborne y de todo lo que el gato le iba diciendo, la pequeña no quiere o no puede dejar de volver al “mundo feliz” que descubrió detrás de la pequeña puerta y que tantos dolores de cabeza le daría.

Aquí comienza la película de terror para niños, de más de 10 años a mi modo de ver, y también para los adultos que quieran dejarse sorprender. Sin dudas, estamos hablando de un excelente film.

 

El trabajo detrás de cámara

(*) Ante todo, veamos qué es stop-motion:

Es una técnica de animación que consiste en realizar una foto por cada fotograma de película (son 24 por segundo), moviendo ligeramente la maqueta, la cámara o las marionetas. Cuando finalmente se pone cada fotograma uno después de otro se obtiene el efecto de movimiento.

Y ahora… algunas curiosidades.

  • La preproducción de Coraline y la puerta secreta duró dos años, siendo la primera producción en 3D estereoscópico realizada en animación stop-motion. El rodaje, en vez, duró un año y medio.
  • El proceso de rodaje 3D se realiza con una sola cámara que fotografía dos veces el mismo fotograma, una vez para cada ojo.
  • Se hicieron 28 muñecos diferentes de 25cm cada uno para el personaje de Coraline.
  • La madre de Coraline disponía de un total de 17.633 combinaciones faciales, mientras que el animador de Coraline tenía la posibilidad de elegir entre 207.336 expresiones diferentes.
  • Henry Selick quiso que, por primera vez en la historia de la stop-motion, los personajes lucieran cabello aparentemente natural en vez del habitual pelo esculpido. Entonces hubo que experimentar con diferentes tipos de pelo humano, animal e incluso espumillón.
  • Se hicieron 40 árboles a mano para el jardín.
  • Para imitar los cerezos en flor se usaron palomitas de maíz frías y luego las pintaron.
  • Los lirios del jardín son dedales de silicona pintados a mano.
  • Se tardaron 66 días en animar la secuencia del Circo de los Ratones Saltadores en el “otro mundo” de Coraline o el mundo paralelo, con 61 personajes (ratones) perfectamente coreografiados.

Como ya dijimos, el film está dirigido por el guionista, productor y director americano Henry Selick (Nightmare Before Christmas, James and the Giant Peach), ganador de un BAFTA Children’s Award por la película de la cual hoy nos ocupamos y a quien no debemos perder de vista porque, según dicen, está preparando una serie de TV animada para el 2019 que se va a llamar “Little Nightmares” y que promete.

En cuanto a las voces que dieron vida a los personajes de esta historia encontramos a: Dakota Fanning como Coraline Jones, Teri Hatcher como la verdadera madre de Coraline y también la “otra madre”, John Hodgman como el padre de Coraline y también el “otro padre”, Jennifer Saunders como Miss April Spink y la “otra Miss Spink”, Dawn French como Miss Miriam Forcible y la “otra Miss Forcible”, Keith David como el Gato, Robert Bailey Jr. como Wyborne “Wybie” Lovat y Ian McShane (¿les suena este nombre?, ¿acaso lo escucharon en el Podcast de NaC 1×39 cuando Martín nos habló de “American Gods”?) como Mr. Sergei Alexander Bobinsky y el “otro Mr. Bobinsky”, entre otros.

La casa de animación que está detrás de Coraline y la puerta secreta es “Laika”, famosa por sus películas stop-motion; recibieron nominaciones para el premio Oscar: ParaNorman (2012), The Boxtrolls (2014), y Kubo and the Two Strings (2016), por supuesto que nuestra Coraline también tuvo una nominación al premio Oscar en el 2010 en la categoría Best Animated Feature Film of the Year.

 

El libro de Neil Gaiman

El libro y la película, esencialmente, son iguales salvo por la aparición de los personajes de Wybourne y de su abuela en esta última. En el libro Coraline vive su aventura completamente sola, a veces el gato le sirve de compañía, pero se cree que en la película se agregó el personaje del amigo excéntrico para que la niña pudiera compartir su aventura con alguien.

Es evidente el paralelismo existente entre “Alicia a través del Espejo” de Lewis Carroll y “Coraline y la puerta secreta”, como se la conoce en algunos países («Los mundos de Coraline en España»), pero el autor apenas se manifestó al respecto; quizás sea un homenaje de Neil Gaiman a Lewis Carroll.

Si bien es un libro que podemos leer de forma rápida, no es para nada superficial, incluso algunos críticos lo llamaron “obra maestra” y con respecto a su autor dijeron: “se voló la cabeza”; Coraline es “una fábula que se nutre de nuestros miedos más incómodos”. Vale la pena tomarse un tiempo y leerlo, no es largo, en ebook son apenas 116 páginas. Obtuvo los premios Hugo y Nébula a Mejor Novela Corta.

 

Acerca del autor de Coraline y la puerta secreta

Neil Richard Gaiman nació en Hampshire, Reino Unido, el 10 de noviembre de 1960, actualmente vive en los Estados Unidos de Norteamérica. De niño descubrió su amor por los libros, la lectura y las historias; devoraba las obras de C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien, James Branch, Edgar Allan Poe, Michael Moorcock, Ursula K. LeGuin, Gene Wolfe y G.K. Chersterton. Gaiman dijo con respecto a sus primeros años como lector: “Yo no sería quien soy sin bibliotecas, yo era el tipo de chico que devoraba libros y uno de mis momentos más felices siendo niño fue cuando convencí a mis padres de que me dejaran en la biblioteca local camino al trabajo y pasé el día allí y descubrí que los bibliotecarios, en realidad, quieren ayudarte”.

Gaiman comenzó su carrera como periodista, en Inglaterra. Sus primeros dos libros fueron dos biografías, la de Duran Duran y la de Douglas Adams.

“Casos violentos” (1987) fue la primera de muchas colaboraciones con el artista Dave McKean; esta novela gráfica lo condujo a su serie “Orquídea negra”, publicada por DC Comics.

Su innovadora serie “Sandman” lo llevó a obtener numerosos premios en los Estados Unidos de Norteamérica y en 1991 se convirtió en el primer cómic en recibir un premio literario, el “World Fantasy Award” (“Premio Mundial de Fantasía”) a la mejor narración breve.

A Gaiman se le atribuye ser uno de los creadores del cómic moderno, así como un autor cuya obra “cruza fronteras” llegando a un público de todas las edades. Se lo considera uno de los mejores escritores vivos post modernos. Es un prolífico creador de obras de prosa, poesía, drama, cine, cómics.

Como ya dijimos, Neil Gaiman escribe para todas las edades; sus obras para los lectores jóvenes, entre otras, son: “M is for Magic” (2007), en coautoría con Michael Reaves e “Instructions” (2010), ilustrado por Charles Vess.

En los años ‘90 el escritor comienza a trabajar en “Coraline y la puerta secreta”, originalmente considerada una obra  demasiado aterradora para niños; fue publicada el 24 de enero de 2002.

En cuanto a sus obras para adultos, encontramos: “Buenos Presagios”, con Terry Pratchett (1990), “Neverwhere” (1996); “Stardust” (1999) llevada al cine en el 2007, Gaiman fue uno de los guionistas; aunque en realidad su primer contacto profesional con el cine fue cuando tradujo, en 1997, los diálogos de “La Princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997) al idioma inglés y la lista sigue, y sigue… para alegría de todos nosotros.

“American Gods” es uno de sus libros más reconocidos (2001), en su décimo aniversario se lanzó una edición ampliada y, como mencionamos anteriormente, en NaC 1X39 Martín nos la comenta.

Además escribió guiones para TV, como el cuarto episodio de la sexta temporada moderna de Doctor Who, llamada “The Doctor’s Wife”, en el 2011.

Y podríamos continuar, casi, infinitamente. En el sitio www.neilgaiman.com van a encontrar los datos que les brindamos anteriormente y muchos más.


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