Todo comienza en Chicago cuando a Emily Cooper, una joven estadounidense buscando hacerse una carrera, se le da la inesperada posibilidad de trabajar en París por un año. Y lo acepta, como no podía ser de otra manera, aunque no habla francés.
Y como sucede con las grandes ciudades París se le presenta con diversas tonalidades y, a veces, hasta con un sabor amargo a pesar de la carga de optimismo que Emily lleva consigo.
Ella se encargará de las redes sociales de la empresa para la que trabaja. Está llena de energía, de entusiasmo y tiene la sana intención (aunque quizás un poco arrogante) de incorporar sus ideas americanas en una oficina francesa y lo que encuentra es un muro sólido con el que continúa a golpearse.
Sus superiores y sus compañeros de trabajo la reciben con cierta perplejidad porque la muchacha, quien está reemplazando a su jefa americana que está embarazada, no habla una palabra de francés. Algunos la aceptan, un poco a regañadientes, a excepción de su jefa parisina Sylvie quien no dejará de mirar a la recién llegada como alguien a quien puede mandar de vuelta a casa en un santiamén.
Una de las primeras personas que Emily conoce fuera del ámbito laboral es Gabriel, su vecino-chef, con quien simpatiza de inmediato; conoce a Mindy, su primera amiga en la ciudad, en un parque, se trata de una joven china que vive en París desde hace un año y que le muestra la ciudad con ojos de quien no es propio del lugar. Poco a poco la joven conocerá nuevas caras y comenzará a vivir experiencias que se encuentran tan lejos de su vida pasada como la misma Chicago. Por supuesto que no faltan los enredos de todo tipo de los que Emily, en general y hasta el momento, sale airosa.
Personalmente considero a Emily en París como una serie fresca con guiños a la recordada película “El diablo viste de Prada”, con mucha moda y una jefa antipática.
Hay quienes ven en Emily a la Carrie Bradshaw de la serie “Sexo en la Ciudad”; puede ser que haya algo de cierto en esto pero creo que Emily tiene una personalidad mucho más fresca, más auténtica, menos elaborada que el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker.
También en algún momento recordé la serie “Call My Agent!” (de la cual pueden encontrar el comentario en nuestro podcast NaC 4×13), una serie francesa, filmada en París y que me gustó mucho.
Entre las series preferidas llegadas a Netflix el 2 de octubre, Emily en París probablemente cuente con una segunda temporada
Por otra parte, lamento que a los franceses se los muestre tan antipáticos; sabemos que son creídos de sí mismos pero la experiencia que mi familia y yo tenemos con ellos en todos los años que fuimos de vacaciones a París y alrededores es positiva. Seguramente ver una ciudad con ojos de residente extranjero es muy distinto que verla como turista pero, aunque no las contabilicé, diría que Francia nos alojó por lo menos una decena de veces y siempre nos dieron ganas de volver.
Estuve leyendo que esta serie, tan apreciada por los abonados de Netflix, no es muy bien vista en Francia, sus periodistas y críticos expresaron que les molesta que se muestre a los franceses como haraganes, sucios, mujeriegos y sexistas. Dicen que hay mucho más que moda en la ciudad luz. (Totalmente cierto.)
En el sitio francés “SensCritique” se puede leer: “… se debe amar de veras la ciencia ficción para mirar esta serie; los guionistas deben haber pensado dos o tres minutos antes de decidirse si poner una baguette debajo del brazo de un francés o si ponerle en la cabeza una gorra para hacer a la persona más icónica”.
En fin, a pesar de esto, es como para ver cada uno de los 10 episodios de Emily en París (que están disponibles desde el 2 de octubre) con la intención de pasar un buen rato, de disfrutar de la fotografía y, por qué no, de hacer volar la imaginación. A quién no le gustaría vivir un tiempo en París y codearse con la gente del lugar (desde los más snob hasta la gente común, como uno).
Para quienes vieron esta serie y ya se consideran fans, les contamos que se está hablando de una segunda temporada (crucemos los dedos para que se haga).
Emily en París está protagonizada por: Lily Collins (“Tolkien”, “Inheritance”) como Emily Cooper; Philippine Leroy-Beaulieu (“Call My Agent!”, “Two Brothers”) como Sylvie, la jefa francesa “mala”; Lucas Bravo (“Caprice”, “Smart Ass”) como Gabriel, el vecino chef; Ashley Park (“Nightcap”, “Tales of the City”) como Mindy Chen, la amiga china y William Abadie (“Homeland”, “Waiting for Anya”) como Antoine Lambert.
Entre los guionistas se encuentran: Darren Star (“Sexo en la Ciudad”, “Beverly Hills 90210”), Deborah Copaken (“Modern Love”, “Key Exchange”) y Sarah Choi (“Younger”, Big Stone Gap”).
Sus directores son: Andrew Fleming (“The Craft”, “Ideal Home”), Zoe R. Cassavetes (“Broken English”, “Day Out of Days”) y Peter Lauer (“Scrubs”, “Younger”).
