Grace and Frankie es una serie original de Netflix que nació un 8 de mayo de 2015 cuenta con tres temporadas de trece capítulos cada una con una duración de treinta minutos cada capítulo, aproximadamente, de las cuales recomiendo considerar las primeras dos y el inicio de la tercera (sólo el inicio).
Está protagonizada por Jane Fonda (Ganadora del Premio Oscar a Mejor Actriz por Klute en 1972 y Coming Home en 1978) como Grace Hanson y Lily Tomoin (Nominada al Premio Oscar en 1976 por Nashville) como Frankie Bergstein seguidas por Martin Sheen (Ganador del Golden Globe en 2001 por la serie West Wing) como Robert Hanson y Sam Waterston (Nominado al Premio Oscar como Mejor Actor en 1985 por The Killing Fields) como Sol Bergstein; si bien los cuatro son excelentes actores, la actuación de Martin Sheen es magistral.
Se trata de una comedia creada por Marta Kauffman (que todos recordamos por haberla visto en los títulos de la serie Friends) y Howard J. Morris, que en sus primeras dos temporadas se presenta fresca y divertida; está orientada más bien al público femenino, aunque mi marido y yo la disfrutamos juntos.
Grace and Frankie, las dos primeras temporadas son muy buenas
Poco más de tres minutos después de haber iniciado el primer capítulo, Robert y Sol, abogados y socios, les dicen a sus respectivas mujeres, Grace y Frankie, que les quieren pedir el divorcio porque son amantes desde hace 20 años (la reacción de Grace en el restaurante donde se encuentran es imperdible).
A Robert y a Grace se los ve muy elegantes y señoriles, cualquiera puede decir que son el uno para el otro, aunque a medida que pasan los minutos vamos viendo que solo compartían un mismo techo. Incluso Grace, al entrar en el estudio de Robert toma conciencia que hacía un año que no iba a esa parte de su casa.
En cambio Sol y Frankie son magníficos juntos; tienen los mismos gustos y les encanta compartir festividades e ir de campamento en familia.
Grace, quien es una mujer con estilo y muy a la moda, era empresaria aunque con 70 años ya está retirada, dejó que su hija mayor se ocupara del mundo de los negocios.
Frankie, que se dedica a enseñar pintura a ex convictos en rehabilitación, tiene un aire muy hippie (con solo mirarla uno piensa en toda la bibliografía de Carlos Castaneda acompañada por la música de Bob Marley).
Grace y Frankie son como el yin y el yang pero las une esta situación que les toca vivir y una casa en la playa que Robert y Sol propusieron comprar hace, casualmente, 20 años. Casa en la cual decidieron refugiarse, cada una por su cuenta, después del duro golpe que recibieron. Pero la convivencia es difícil y mucho más cuando se trata de Grace, de su fuerte carácter y de su poca tolerancia, aunque con el correr de los episodios resultan queribles las dos protagonistas por igual.
Cada uno trata de entender qué es lo que les está pasando interiormente y cómo continuar con sus respectivas vidas, aunque los hombres expresan su decisión de casarse desde el primer momento. Esto los lleva a vivir nuevas experiencias; ellas tratando de salir adelante económicamente, ya que sus ex maridos les suspendieron el uso de las tarjetas de crédito hasta terminar con el divorcio, y también sentimentalmente, aunque se encuentran totalmente perdidas y ellos están conociéndose mejor a través de la convivencia y de enfrentarse a la sociedad como una pareja gay.
Los acompañan sus hijos: Briana y Mallory Hanson por un lado y Coyote y Nwabudike Bernstein por el otro, quienes como es de suponer, también deben adaptarse a esta nueva situación familiar.
Es una comedia a la cual vale darle una oportunidad en cuanto a sus primeras dos temporadas, como dije al inicio. Lamentablemente en la tercera tenemos que decir que Grace and Frankie perdió el norte, la frescura, la gracia; algunos personajes se volvieron pesados e incluso tiene sus momentos melodramáticos que hubiera sido mejor evitar.
Nominaciones
Por esta serie Lily Tomlin tuvo varias nominaciones como Mejor Actriz de Comedia, entre las que se encuentran: Premios Emmy en 2015 y 2016 y Globo de Oro en 2015.
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