Cuando encuentro un filme con Sally Hawkins como protagonista presto atenciĂłn porque además de su actuaciĂłn en La forma del agua (2017), nos demostrĂł en más de una oportunidad sus condiciones actorales. Recuerdo la primera vez que prestĂ© atenciĂłn en ella, fue en Love Birds (2011) junto a Rhys Darby, una pelĂcula romántica y pasatista pero donde la actriz mostraba su potencial. Y esta vez no es la excepciĂłn. En Maudie hay dos cosas que destacar y son las excelentes interpretaciones de sus protagonistas: Sally Hawkins como Maud Lewis y Ethan Hawke como su esposo, Everett Lewis.
Se trata de un filme biográfico que cuenta la vida de la pintora canadiense Maud Dowley Lewis, quien padecĂa de artritis reumática progresiva, una enfermedad que le provocaba deformaciones en sus dedos y una curvatura en su espalda que le dificultaba el caminar.
Nacida en 1903 en Nueva Escocia dentro de una familia humilde que le brindaba a la pequeña todo el amor y el coraje que necesitaba, Maud era la menor de dos hermanos y tenĂa dos pasiones: la mĂşsica y el dibujo. Estudiaba en su casa mientras hacĂa tarjetas navideñas junto a su madre, quien le enseñó algunos conceptos básicos de dibujo. Lamentablemente debido a su malformaciĂłn la niña no pudo avanzar en el estudio del piano.
Pero Maud sufriĂł un duro golpe cuando sus padres fallecieron y su hermano mayor se hizo cargo de la casa que heredaron, vendiĂ©ndola y obligando a la joven a mudarse con su tĂa en Digby.
El filme dirigido por la irlandesa Aisling Walsh parte de este punto.
A pesar de ser una chica fuerte y optimista, Maud necesitaba independencia y sabiendo que un pescador llamado Everett Lewis estaba necesitando una domĂ©stica, se presentĂł en la casa del hombre. Él resultĂł ser huraño y malhumorado lo que dificultĂł el inicio de la relaciĂłn pero poco a poco comenzĂł a apreciar a la mujer quien en 1938 se convertirĂa en su esposa.
La pareja vivĂa en una humilde y pequeña casa que Maud supo transformar en un cálido y acogedor hogar a travĂ©s de su amor y de sus pinturas.
De alguna manera fue Sandra, una vecina proveniente de Nueva York, quien impulsó a Maud a realizar su trabajo como pintora. La mujer comenzó comprándole una tarjeta para continuar con pinturas realizadas en madera; es importante destacar que Maud pintaba casi todo lo que se le cruzaba, iniciando por las paredes de su casa.
Maudie, cuando la voluntad rompe las barreras fĂsicas
Y asĂ fue como Maud Lewis comenzĂł a tomar tal notoriedad que la gente querĂa conocerla y se acercaba a su hogar para comprar sus pinturas, los periodistas la entrevistaban (en 1964 el periĂłdico “Star Weekly”, de Toronto, publicĂł un artĂculo sobre ella y un año más tarde la CBC-TV realizĂł un documental), e incluso hasta el presidente Richard Nixon le encargĂł dos de sus trabajos.
Maudie habĂa comenzado vendiendo sus dibujos por unos pocos centavos y a este punto se vendĂan hasta a diez dĂłlares. (En el año 2017 un cuadro de la mujer se llegĂł a subastar por 45.000 dĂłlares y por uno pequeño pagaron 2.000.)
Pero su salud empeoraba cada vez más y en julio de 1970, la fuerte y optimista Maud Lewis murió en un hospital de Digby.
La pelĂcula termina cuando Everett, cabizbajo y triste, vuelve a su hogar y retira del frente de su casa el cartel que señalaba que ahĂ se vendĂan las pinturas de su esposa.
La historia de Maudie no finaliza con la conclusiĂłn de la pelĂcula
Pero la historia de la casa del matrimonio Lewis no terminĂł acá, ya que fue salvada del olvido gracias a los vecinos, quienes antes de que terminara totalmente en la ruina decidieron fundar la “Maud Lewis Painted House Society”, una fundaciĂłn que tenĂa como objetivo reunir fondos para reestructurarla.
Asà fue como en 1984 la provincia de Nueva Escocia compró la propiedad que trasladó al interno de la “Art Gallery of Nova Scotia” para mantenerla como muestra permanente.
Y en 1999, un poco más al norte de donde se encontraba la casa del matrimonio Lewis, un pescador jubilado reconstruyó a modo de homenaje una casa igual a la de ellos.
Como pudieron apreciar, se trata de una pelĂcula que habla de gente simple, con grandes dificultades de todo tipo y que lograron salir adelante en sus vidas gracias a la fuerza de voluntad y al amor. No se ve otro tipo de ambiciĂłn en el filme que no sea contar una historia y gracias a las condiciones actorales de sus protagonistas consigue no pasar al olvido.
Lamentablemente el final se mostró de una manera un poco abrupta pero no dejemos que esto empañe la historia de Maudie y Everett Lewis.
Acompañaron a Sally Hawkins (“La forma del agua”, “Happy-Go-Lucky”) y a Ethan Hawke (“The Kid”, “The Magnificent Seven”), Kari Matchett (“Return to Christmas Creek”, “Cube 2: Hypercube”) como Sandra, Gabrielle Rose (“If I Stay”, “Cooking with Love”) como la tĂa Ida y Zachary Bennett (“The Umbrella Academy”, “Designated Survivor”) como el hermano Charles.
El guión estuvo a cargo de Sherry White (“Crackie”, “Little Dog”) y la dirección, como ya dijimos, de Aisling Walsh (“An Inspector Calls”, “A Poet in New York”).
Esta pelĂcula del 2016 cuenta con una duraciĂłn de 115 minutos.
Podemos verla en España por Filmin y en México a través de HBO GO.
Entre los muchos premios que Maudie recibiĂł, la National Society Critics Award premiĂł a Sally Hawkins como Mejor Actriz y la Canadian Screen Award premiĂł a Ethan Hawke como Mejor Actor y a Aisling Walsh como Mejor DirecciĂłn.