Desde hace pocas horas se ha descubierto que la aplicación de Netflix en dispositivos con sistema operativo Android resulta «incompatible» para aquellos que están intentando descargarla de la Play Store desde un dispositivo con permisos de root o con el gestor de arranque (bootloader) desbloqueado.
Netflix declaró que el bloqueo ha sido absolutamente voluntario para evitar tentativos de piratería a través de la modo download de la aplicación.
A partir de la versión 5.0 de la aplicación, nos basamos por completo en los DRM proporcionados directamente por Google. Todos aquellos dispositivos que no están certificados o que han sido alterados no tendrán más la posibilidad de descargar nuestra aplicación.
Por el momento la aplicación sigue funcionando en dispositivos en los cuales el desbloqueo del gestor de arranque o los permisos de root han sido efectuados luego de la descarga de la misma, por ende parece que, al menos por el momento, este bloqueo por parte de Netflix sea solamente para las descargas de la aplicación a posteriori. No se sabe si finalmente también serán bloqueadas en el futuro aunque lo más probable es que esto acontezca.
Netflix le declara guerra a los dispositivos con permisos de root o con el gestor de arranque desbloqueado
Es cierto que Netflix ya aplicaba algunas restricciones a los Android TV Box llegados de la China, por ejemplo no permitiendo el streaming de contenidos en alta definición (ni que hablar de aquellos en 4K). Desde un tiempo a esta parte, sea por cuestiones intrínsecas a la compañía como así también por presiones externas, Netflix ha eliminado determinadas «facilidades» que tenían los usuarios de la compañía alrededor del globo. In primis el bloqueo respecto a los servicios VPN.
Es totalmente válida la actitud de Netflix de proteger sus propios intereses como así también los de las productoras que les ceden sus derechos, pero sí también nos gustaría ver que los distintos catálogos de la plataforma no fuesen tan disímiles como lo son en estos momentos. Fundamentalmente porque el usuario norteamericano paga lo mismo o menos que el europeo pero con una cantidad de títulos ampliamente superior.
