En el año 2013, Ted Sarandos, Chief Content Officer de Netflix, dijo: «Volverse como HBO antes que HBO pueda volverse como nosotros».
Hace cuatro años, Netflix tenía las ideas bien claras: volverse uno de los colosos en producción y distribución, además de emisor como la ya citada HBO, pero también ABC, CBS, NBC o FOX. La plataforma de streaming on line deseaba volverse aquello que, efectivamente, es en la actualidad: uno de los líderes en el sector, alcanzando y a veces superando a sus históricos y más antiguos rivales televisivos.
Netflix, en cambio, era distinta y se distingue, incluso ahora, por el pequeño número de series canceladas. Hasta hace pocos meses, Marco Polo era la única serie de TV de Netflix cancelada (sin considerar Lilyhammer, que era co-producida con una emisora noruega).
Solo desde el 2015 al 2017, en cambio, sus competidores cancelaron un número importante de productos:
ABC: 12 series TV canceladas.
CBS: 10 series TV canceladas.
FOX: 10 series TV canceladas.
NBC: 9 series TV canceladas.
Solo HBO en los últimos dos años siguió el camino de Netflix, cancelando y no renovando solo 3 de sus shows originales. Para todas estas emisoras, incluida la última, los números se vuelven cada vez más grandes, si se mira para atrás.
No solo Netflix tiene una pequeña colección de series canceladas
Acerca de la calidad hay muy poco que decir, en cuanto la subjetividad reina soberana, pero acerca de la cantidad de series canceladas (series originales, naturalmente) la cuestión parece bastante clara: las emisoras mencionadas hasta ahora «coleccionaron» muchos flop y fracasos, además, a la luz del sol (basta mirar un poco por Internet para ver cuántas series vienen canceladas cada año).
Entre mayo y junio de 2017 Netflix sumó dos nombres a la lista de sus «Oficialmente Canceladas», The Get Down y Sense8. Esto fue causa de mucho malhumor entre el público por los motivos mencionados anteriormente: los usuarios de Netflix no están acostumbrados a que se cancelen los shows.
Ahora hay que preguntarse si no existe la necesidad para la plataforma de streaming de cancelar algo cada tanto. ¿Podría ser, acaso, fundamental para adecuarse cada vez más al espectador? Para ser como HBO (ABC, NBC…) antes que HBO se vuelva como Netflix, sería necesario admitir los propios fracasos y poner punto final con un corte neto o sería más indicado, para respetar la propia fama, continuar inútilmente a producir temporadas aunque no den ganancias?
