Netflix compró los derechos para todos los países, excepto Canadá y Estados Unidos, del reboot de la célebre soap opera de los años ‘80, Dinastía.
La plataforma de streaming manifestó desde el inicio interés por este proyecto de CW con el sello de los mismos creadores de Gossip Girl, Josh Schwartz y Stephanie Savage.
La serie está producida por la CBS y será transmida partir del 11 de octubre por la CW en los Estados Unidos. Se supone que la encontraremos en Netflix y, por consiguiente, en el resto del mundo, 24 horas después de la transmisión por la TV americana, un episodio por semana.
Vuelve Dinastía. La veremos este otoño en Netflix.
Tomando como referencia la serie de los años ‘80, esta nueva Dinastía cuenta la historia de una poderosa familia americana, aquellas que podemos considerar dentro del “1% del 1%” de la población. En el centro de la historia se encuentra la fascinante y carismática Fallon Carrington (Elizabeth Gillies). Su padre, Blake Carrington (Grant Show) invita a Fallon y a su hermano Steven (James Mackay) a la casa que la familia posee en Atlanta. En aquella ocasión, Fallon descubrirá de no haber obtenido la promoción que está buscando dentro de la compañía energética del padre y, además, encontrará a su joven futura madrastra, Cristal (Nathalie Kelley), la cual, como todos los personajes del programa, esconde un secreto.
Lo cierto es que, a pesar del éxito que tuvo en su momento, la serie serie original ya dejaba que desear, esta parece aún peor. Se parte de un concepto obsoleto, veremos la repercusión de la audiencia.
